La UNC pidió consultar a la gente en Malvinas Argentinas

La UNC pidió consultar a la gente en Malvinas Argentinas
La Provincia volvió a defender la instalación de la planta Monsanto. Raúl Montenegro entregó un informe a los vecinos en el que cuestiona el estudio de impacto ambiental hecho por las autoridades.

Mientras el ministro de Industria de Córdoba, Jorge Lawson, volvió a defender ayer la radicación de una planta de producción de semilla de maíz en Malvinas Argentinas, se conoció que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba exhortó el martes a realizar una consulta a los vecinos de la ciudad, al tiempo que se solidarizó con el sector de habitantes de la localidad que rechaza la radicación.

Las diferencias entre la UNC y la Provincia por Monsanto 
–paralelas a las diferencias políticas entre la UNC conducida por Carolina Scotto, alineada al kirchnerismo, y el Gobierno provincial– se profundizaron días atrás cuando el ministro de Agricultura provincial, Néstor Scalerandi, cuestionó a la UNC. “Me hace pensar que la Universidad está en la Edad Media en vez de avanzar”, había expresado el funcionario, que mereció réplicas por parte de la UNC.

Ayer, Lawson buscó bajar el tono. Dijo que “la Universidad va a formar parte, a través de uno de sus departamentos, de un monitoreo que se va a firmar con la Municipalidad de Malvinas Argentinas”.

“Entonces nosotros, como gobierno, damos garantías y estamos convencidos. Yo no firmaría nada que pueda comprometer el futuro de cualquier cordobés”, sostuvo Lawson.

Pero, en la sesión del martes, el Consejo Superior de la UNC aprobó una declaración en la que expresa su “solidaridad con las comunidades cordobesas que se movilizan contra la radicación de la empresa Monsanto cuya responsabilidad en el perjuicio ambiental para las poblaciones, es motivo de movilizaciones en el mundo entero”.

Además “exhorta a efectivizar una consulta a la población, para que ejerza su derecho a decidir sobre la radicación”.

Por otro lado, el biólogo Raúl Montenegro, presidente de Funam y titular de la cátedra de de Biología Evolutiva de la Facultad de Psicología de la UNC entregó ayer un informe a los vecinos de Malvinas Argentinas que rechazan la inversión.

En él identifica 10 etapas en el proceso de producción que entrañan “riesgos para la salud y el ambiente”. Según Montenegro, “prácticamente todas las etapas que comprende el acondicionamiento de semillas transgénicas generan serios riesgos sanitarios y ambientales, pues manejan o descargan tóxicos que pueden contaminar el agua, el aire y el suelo”.

“Esto ocurre durante el manejo de las espigas de maíz, que ya vienen contaminadas con residuos de plaguicidas; durante la extracción y el descarte de chalas, marlos y granza, también contaminadas, cuyo destino no se aclara; durante el secado de las espigas, que libera residuos de plaguicidas y sustancias químicas no identificadas, y durante el uso de insecticidas y fungicidas en la propia planta, a los que se agregan otros impactos, como la producción de residuos peligrosos y el uso significativo de agua”.

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