Pidieron que vaya preso por chocar y matar alcoholizado

Pidieron que vaya preso por chocar y matar alcoholizado

La Fiscalía solicitó cuatro años de cárcel y la querella cinco para el acusado de manejar ebrio y causar la muerte de tres jóvenes. La defensa planteó la culpa compartida y reclamó la absolución.

Nuevamente un conductor que protagonizó un choque fatal en estado de ebriedad puede quedar tras las rejas. Ni la pena más dura sanará el dolor de las familias de tres jóvenes muertos en el accidente ocurrido el 9 de noviembre del año pasado en la ruta 32, en el acceso a Estación Sosa. Sin embargo, el juicio que ayer terminó con pedidos de cárcel y de absolución para Aníbal Godoy, podría al menos dejar un mensaje: quien sale alcoholizado o drogado a una ruta tiene en sus manos la vida de otros, además de la propia. Una verdad de perogrullo, pero que lamentablemente tiene vigencia.

Por otro lado, se ventiló en el juicio que el joven de 22 años oriundo de Viale, anduvo aquella madrugada con amigos conduciendo una camioneta Ford F100 por María Grande alcoholizado, al igual que Héctor García, el conductor de 22 años del auto Renault 18 que murió embestido junto a Matías Rodas, de la misma edad, y su hermana Cintia, de 18. Ambos salieron a la ruta y en ningún momento se cruzaron con un control vehicular que los detuviera.

Pese a ser noche de sábado y madrugada de domingo, cuando todos saben que desde siempre los jóvenes de localidades de Campaña viajan para ir a boliches o dar unas vueltas, no hubo ni inspectores municipales ni efectivos policiales (quienes ya tenían la habilitación para controlar el tránsito) que hayan intervenido para prevenir esta fatalidad.

La Fiscalía pidió cuatro años de prisión para Godoy, y la querella cinco, máxima pena del delito de homicidio culposo. La defensa sostuvo que hubo una culpa compartida por el acusado y las víctimas, y pidió la absolución o una pena condicional. Al final, Godoy se mostró dolido por el hecho; los familiares de las víctimas esperan igual que vaya preso.

El juez del Tribunal de Juicios y Apelanciones, Alejandro Grippo, informó al finalizar el debate que adelantará el veredicto de la sentencia el próximo martes 24 de febrero al mediodía. Fiscales: “No fue una desgracia ni un infortunio” Los fiscales Gervasio Labriola e Ignacio Aramberry afirmaron que Godoy debió abstenerse de conducir luego de consumir alcohol. Según el informe toxicológico tenía 1,8 gramos de alcohol por litro de en sangre, y consideraron que al momento del hecho estaba en el tercer período de intoxicación (con pérdida del equilibrio, visión borrosa y doble, alteraciones en la voluntad, somnolencia, entre otras consecuencias). Recordaron que los amigos de Godoy le habían comprado una gaseosa porque estaba muy borracho.

Consideraron que iba a alta velocidad por la ruta 32, se cruzó de carril, siguió avanzando por la banquina casi 40 metros hasta impactar con el auto de las víctimas (que estaba estacionado) y luego siguió otros 18 metros hacia la calzada. Afirmaron que la camioneta no tenía óptimas condiciones para circular y que García estaba afuera del auto, en la parte trasera, realizando reparaciones, y recordaron que resultó difícil quitarle el paragolpes del cuerpo.

Calificaron el hecho como Homicidio imprudente agravado por la conducción antirreglamentaria y por ser más de dos las víctimas. “No es una desgracia ni un infortunio, estamos ante una acción flagrante y rayana a la indiferencia”, dijo Aramberry. Querellantes: Godoy tenía varias multas en María Grande Los querellantes Diego Gastaldi y Mauro Vogel adhirieron al alegato realizado por los fiscales, y agregaron algunas consideraciones. Negaron las versión que dio el imputado respecto de una maniobra que tuvo que hacer ante la frenada de un tercer vehículo por lo que terminó en la banquina, y afirmaron que por el contrario él se dirigió hacia la banquina opuesta.

Además, los representantes de las familias de las víctimas sostuvieron que el auto Renault 18 estaba estacionado en la banquina contraria porque debido al desperfecto mecánico que sufrió terminó en ese lugar, no por voluntad del conductor. Afirmaron que este vehículo tenía las luces bajas encendidas (por lo que se lo podía ver) y agregaron que según un informe de la jueza de faltas de María Grande, Godoy contaba con varias actas de infracción en esta localidad, incluso por conducir alcoholizado. Defensores: “Un obstáculo que no debería haber estado allí” Los defensores Héctor Cardona y Raúl Avero cuestionaron que la Fiscalía no se haya referido a todas las cuestiones que hacen al hecho investigado. En este sentido, refirieron que el auto de las víctimas no estaba en condiciones reglamentarias de salir a la ruta, y que al detenerse en la banquina no procuraron los elementos de seguridad exigidos por la ley (balizas, chaleco refractario). “Si Godoy los hubiera visto, hubiese tomado las medidas evasivas para evitar el hecho”, afirmaron.

Sostuvieron la versión de Godoy respecto de que se vio obligado a realizar la maniobra de tirarse a la banquina contraria ante una emergencia, donde se encontró repentinamente con el Renault 18 sin luces, “un obstáculo que no debería haber estado allí”.

Además, plantearon que el conductor del auto también estaba alcoholizado pero además bajo los efectos de la cocaína, al igual que otra de las víctimas. “Si García no hubiese resultado muerto, estaría sentado en el banquillo de los acusados”, dijeron los defensores. Recordaron que Godoy está bajo tratamiento psicológico. Luego de enumerar otros argumentos, pidieron la absolución para Godoy, o bien una pena de ejecución condicional. “Inevitable” Aníbal Godoy declaró su versión del accidente, sin responder preguntas. Relató: “Yo fui a María Grande tipo 10.30 (de la noche), di unas vueltas, se hizo la 1.30, paso por el reloj (lugar de la localidad), encuentro a Soñez (un amigo), tomamos una cerveza, hablamos y fuimos al boliche. No nos dejaron entrar, le dije ‘vamos’ porque me tenía que levantar temprano. Lo dejé y salí para Viale. Paro en la banquina a orinar, subo y a los 7 kilómetros me encuentro con un auto adelante, cuando acelero para pasarlo veo que venía la curva, y me pongo atrás devuelta. El auto frena bruscamente y para no chocarlo me tiro para la banquina izquierda. Se me aparece un muchacho que se mete adelante, trato de esquivarlo pero no puedo y estaba ahí el auto parado, sin balizas ni luces ni nada. Me golpeo la cabeza y no recuerdo más nada”.

“Después viene un policía y me dice ‘¡Mirá lo que hiciste!”. Me quedo en la chata shockeado hasta que me suben a la ambulancia”, contó Godoy.

El acusado afirmó que el auto de las víctimas “estaba medio de costado, no pude esquivarlo, estaba sin luces”, para agregar que todo se produjo muy rápidamente: “Fue un segundo, no lo pude evitar, me hubiese podido morir yo también”.

Finalmente, luego de los alegatos cuando el juez Alejandro Grippo le otorgó la última palabra, Godoy expresó: “Lo siento mucho, yo no lo hice queriendo, fue un accidente y por eso estoy yendo al psicólogo”.

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