La densa cortina de humo negro que salía de la manisera Olega se divisaba desde varios kilómetros. Si bien la situación estaba controlada y los vecinos habían podido retornar a sus hogares, la tensión seguía latente en la manisera para evitar que el fuego consumiera la planta en su totalidad.

Los 1.200 habitantes que tiene Charras no salen del asombro y todavía están shockeados por la situación vivida en la tarde del viernes, ya que el fuego había rodeado la población y amenazaba con entrar en varias casas, mientras se ensañaba con las cuatro silos celdas y la planta procesadora con unas cien mil toneladas de maní.

De esta forma, la principal fuente de empleo de Charras, que ocupa unas 200 personas en forma directa y se incrementa en plena campaña, está siendo devorada por las llamas. "Más del 40 por ciento del pueblo vive de Olega. En muchos casos trabaja el jefe de familia, la esposa, el hijo y la nuera", dijo Lorena, una vecina de la población que se llegó en la mañana de ayer hasta el dispensario afectada por el humo que penetraba en cada rincón de la pequeña población.

Se estima que las pérdidas superan los 30 millones de dólares, ya que están ardiendo unas cien toneladas de maní que estaban almacenados en cuatro silos celdas de 70 metros de largo y 30 de ancho, como así también la planta procesadora Nº 2, mientras los bomberos trabajan para evitar que el fuego llegue hasta la planta Nº1, donde hay maní confitería terminado para la exportación en cámaras frigoríficas.

La planta de secado, acopio y selección de Olega SA hace 21 años que funciona en Charras y es la primera vez que es afectada prácticamente en su totalidad por el fuego. Una decena de años atrás un incendio había consumido un sector de los silos.

Adrián Tomatis, que vive frente a la planta siniestrada, no salía de su asombro por el espectáculo dantesco de las bocas de fuego salían de los silos entre la densa cortina de humo.

Por su parte, Fabricio Cazzola, un vecino del sector, dijo que estuvieron evacuados por algunas horas y que nunca había visto una situación similar. Los evacuados en la noche del viernes retornaron a sus hogares.

Sergio, fue uno de los vecinos de Charras más afectados por los inumerables focos de ígneos que se habían registrado en la población el viernes. Sufrió varios quemaduras en sus piernas. "Estaba empujando una camioneta y se hundió en el guadal, pero debajo de la tierra habría brasas encendidas. Las quemaduras no fueron mayores por las zapatillas que tenía puestas", precisaron en el dispensario cuando era atendido por Roberto Berós, intendente y médico del pueblo.

Continuidad

Berós, que debió atender a más de 150 personas en las últimas horas, dijo que una de las mayores preocupaciones de los vecinos y las autoridades es la continuidad laboral de las familias que trabajan en Olega, como así también poder sofocar el incendio que afecta a la manisera. "Queremos reunirnos con las autoridades de Olega para conocer sobre el futuro de la planta en la localidad. Esa es la mayor incertidumbre", sostuvo Berós.

Desde la empresa indicaron que están evaluando los daños, cuánto tiempo nos llevará reconstituir la planta. "Tenemos la voluntad de continuar, la decisión es continuar, pero es muy apresurado dar una respuesta cuando no sabemos el tiempo que seguirá ardiendo la planta".

"El fuego seguirá dos o tres meses"

Adrián Melano, jefe de los bomberos de General Cabrera, indicó que el fuego en la planta de Olega seguirá por lo menos entre 60 y 90 días.

"El fuego esta totalmente descontrolado, está ardiendo el maní que estaba en los silos y en las celdas a cielo abierto, colapsaron todos los techos de las plantas y estamos intentanto salvar la planta de proceso y la planta Nº1, por el momento están fuera de peligro, pero todo depende del viento", relató anoche Melano.

Agregó que en las próximas horas se comenzará a sacar el maní que está más cerca de las oficinas y el depósito.

"Esto nunca se ha visto en la zona, supera ampliamente a otros desastres que hemos tenido en la región", afirmó el bombero.