Una pérdida de agua potable está generando problemas entre vecinos

Una pérdida de agua potable está generando problemas entre vecinos

En el pasaje Clchaquí al 1.500 no tienen respuesta de la SAT hace cuatro meses.

 

Los vecinos del pasaje Calchaquí al 1.500 sufren, desde hace cuatro meses, una pérdida constante de agua potable. Un lector que vive en esa cuadra advierte que la cronicidad del problema genera discusiones entre los vecinos y acusaciones de que unos y otros no quieren que se dé soluciones el desperfecto. “Se denunció la situación ante la SAT y no hay respuesta alguna”, lamentó.

No tiene otro remedio más que andar por la calle con su silla de ruedas

La falta de acondicionamientos de las veredas de San Miguel de Tucumán con la finalidad de que resulten aptas para los transúntes que presentan problemas de discapacidad ha sido expuesta reiteradamente por LA GACETA. Una lectora de la capital aportó esta foto para mostrar que una vecina, que necesita trasladarse en sillas de ruedas, se ve obligada diariamente a bajar a la calle para poder trasladarse, con los riesgos que ello implica.

La laguna de la avenida Viamonte ya extiende sus brazos por calles lindantes

“El eterno manantial de la avenida Viamonte”, es el nombre que el lector de LA GACETA le dio a la fotografía que acompaña su mensaje, y con la cual ilustra una queja que lleva demasiado tiempo sin ser atendida. El vecino de la zona oeste de San Miguel de Tucumán reniega por “la inmensa cantidad de agua que circula por los costados de esta avenida”. No se trata de un problema de estética urbana, aclara, sino de los incontables inconvenientes que genera esta suerte de laguna espontánea. “No solamente nos impide cruzar esa arteria de manera decente, es decir, sin tener que mojarnos y ensuciarnos, sino que también sus brazos de agua se extienden a las calles que corren perpendiculares a esta avenida, como por ejemplo la calle Bolivia”, describió. “¿Que hace la SAT?”, se preguntó, indignado. Y pidió que alguna autoridad pública brinde una solución.

En Yerba Buena hacen oídos sordos a su denuncia por ruidos molestos

Entre la indignación y la consternación, una vecina de Yerba Buena manifestó su estupor por una situación que afecta la convivencia en la “Ciudad Jardín” y que, a pesar de las reiteradas denuncias planteadas ante las autoridades de la Municipalidad, no han recibido la menor respuesta. La lectora se refiere, específicamente, al caso de un establecimiento de la avenida Perón al 1.000, que funciona como un local bailable, y a los problemas de ruidos molestos que deben soportar constantemente los residen en la zona, quienes ven seriamente conculcado su derecho a descansar. Según lo que manifestó, el inmueble no posee habilitación para llevar adelante esa actividad comercial. Pero no es ese el principal inconveniente, sino lo que en los hechos implica la falta de control del Estado. “Cuando (el local) hace las veces de boliche durante las noches, la música a todo volumen alcanza niveles increíblemente altos y molesta a todos los vecinos”, puntualizó. Pero como se encuentra en infracción porque, al no contar con el permiso oficial, no ha sido inspeccionado, “no cumple con las medidas de seguridad, como la aislación acústica”, puntualizó la lectora. “Los vecinos estamos hartos frente a tanta desidia”, aseveró. A la vez, se preguntó por qué la Municipalidad de Yerba Buena no clausura este lugar. “Me pregunto qué pasará”, interrogó, en referencia a que en las redes sociales circulan convocatorias a fiestas organizadas en ese lugar para las próximas semanas.

Alerta sobre el “colapso” del pavimento en dos esquinas céntricas de la Córdoba

Un vecino de la capital pide a la Municipalidad que dé una solución al mal estado que presenta la calle Córdoba en dos de sus más céntricas esquinas: la intersección con Maipú y con Junín. “En ambos cruces, el pavimento ya ha superado la condición de ‘irregular’. Directamente, ha colapsado. Presenta tan mal estado, que los autos se ven obligados a frenar bruscamente, inclusive cuando el semáforo está en verde. El riesgo de choques es permanente”, puntualizó. Agregó que esta situación conspira contra el uso del túnel que cruza por debajo las vías del ferrocarril. “Uno maltrata tanto el auto en esas dos esquinas, que al final usa otras calles, con lo cual la función del túnel para descongestionar la salida del centro no funciona”, concluyó.

En el barrio Policial IV, hay problemas con el agua potable y los líquidos cloacales

Tres vecinos de el barrio Policial IV escribieron ayer, por separado, para reclamar soluciones a problemas con tuberías. “Continuamos sin agua desde hace una semana por la rotura de un caño distribuidor. Según la SAT, no les corresponde el arreglo”, alertó uno. Otro describió que “de la bomba de agua de avenida Alem al 3.700, el agua sale como si fuera un manantial y nadie lo arregla”. El tercero alertó que, en Alem al 4.000, “el terrible el derrame de líquidos cloacales” (foto). Los tres piden que alguien se ocupe de darles una solución.

Las aguas negras de están adueñando de un punto neurálgico para el tránsito

Punto neurálgico para el tránsito de San Miguel de Tucumán, en cualquiera de los cuatro puntos cardinales, la intersección de 24 de Septiembre y Mitre presenta un problema de aguas servidas que demanda urgente atención, según un lector. “El olor es nauseabundo, pero no sólo hay problemas de salubridad: ciclistas y motociclistas pueden resbalar y desatar una tragedia”, alertó. Y pidió una urgente solución.

Un frentista se adueñó de una vereda de barrio norte para acomodar su vehículo

Aparentemente, se encuentra muy arraigada entre algunos ciudadanos la creencia de que las veredas no son “vía pública” sino que, por el contrario, son “propiedad privada” del frentista. “Así como se encuentra estacionada esta camioneta ahora, en incontables cuadras de barrio Norte se pueden observar inconductas como esta”, manifestó un vecino de San Miguel de Tucumán. Reclamó a las autoridades municipales que corrijan estas inconductas.

El sábado usaron toda la vereda de 25 de mayo al 700 para estacionar sus autos

El caso anterior de estacionamiento de una camioneta en una vereda de barrio Norte palidece frente al caso que documenta, con esta foto, un conductor que transitaba por principal calle del microcentro de San Miguel de Tucumán durante la madrugada del sábado pasado. “Estos vehículos se encuentran estacionados sobre la vereda de 25 de Mayo al 700. Es pleno barrio Norte”, escribe. No se trata de un mero caso de inconducta, sino de un verdadero exceso en el atropello de las normas de convivencia. Otro lector, que mandó un WhatsApp para referir al mismo caso, advirtió que en otras capitales de provincia, las restricciones de tránsito fueron ampliadas para que rijan, con multas, durante las 24 horas. “Seguramente hay un afán recaudador detrás, pero barbaridades como esta son la excusa que necesitan las autoridades para implementar esas medidas”, alertó.

Un peligro latente para los niños que juegan en la plaza Urquiza

El progresivo deterioro que viene sufriendo, sin pausa, la plaza Urquiza es un tema recurrente en los planteos de los lectores de LA GACETA. En esta sección se han publicado reiteradas advertencias de los vecinos que acuden a ese paseo de barrio Norte respecto de roturas en los juegos para los niños y de baldosas que se encuentran rotas y que pueden generar accidentes. Ayer, sin embargo, un grupo de lectores se comunicó con nuestro diario para pedir “que se arregle la peligrosa situación por la que atraviesan los niños cuando juegan” en ese espacio público. “Este hierro puede matar a un niño si llega a caer encima. Está incrustado en el medio de los juegos”, alertaron, con manifiesta preocupación. “Hay que prevenir cualquier accidente”, proclamaron, para pedirles a las autoridades que brinden cuanto antes una solución.

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