Además de la causa penal que se le sigue por haber atropellado a Reinaldo Rodas, Pablo García fue declarado “en rebeldía” por no haberse presentado a declarar en la causa que se inició por haber manejado “en un estado de intoxicación alcohólica”. García tendría que haber declarado ayer en el Juzgado Provincial de Faltas ante el juez Rodrigo Senestrari, que resolvió imponerle una pena de $ 6.589. A García también le retiraron la licencia de conducir y deberá hacer un curso de adicciones. “Ha sido declarado rebelde y eso habilita a sacar una sentencia”, dijo Senestrari. Y agregó que “la Ley de Tránsito estipula diferentes tipos de multas, que pueden ir de una sanción económica, la inhabilitación o días de arresto”. El juez anticipó que habrá “un tiempo largo de inhabilitación para conducir”, aunque no estipuló plazos concretos.

Ayer se conocieron también fotos del expediente policial, que en principio coinciden con el testimonio que dio la empleada del peaje. García, hijo del periodista Eduardo Aliverti, atropelló en la madrugada del domingo 17 a Reinaldo Rodas, un vigilador privado que circulaba en su bicicleta por la Panamericana. En circunstancias que todavía se investigan, García –que dio positivo el control de alcoholemia, con casi el triple de la cantidad permitida para manejar– circuló 17 kilómetros con el cuerpo de Rodas dentro del Peugeot 504. Y según consta en la causa, cuando llegó a la estación de peaje dijo: “Traigo a un atropellado”.

Por la causa penal, García, de 28 años, todavía no fue llamado a declarar. La fiscal María Inés Domínguez espera los resultados de los peritajes para indagar al hijo de Aliverti, algo que podría suceder recién en la semana próxima.

El caso originó un cruce entre Aliverti y la familia de Rodas. Primero, el periodista pidió “un debate serio sobre la ética periodística” y acusó a la Editorial Perfil por haberle montado una guardia periodística frente a la casa de su hijo.

Sergio Rodas, hermano de la víctima, le respondió a Aliverti y le pidió debatir sobre “la irresponsabilidad de conducir ebrio”. “Todo va a quedar en un simple accidente con muerto pero sin culpables. Por esto, Sr. Aliverti, creo sinceramente que sería más beneficioso para la sociedad un debate profundo sobre este tema”.

Ayer, un grupo de ONG dedicadas a “combatir el flagelo de la violencia vial” manifestaron su solidaridad con los familiares de Reinaldo Rodas. Las agrupaciones sostuvieron que “la combinación de tomar alcohol y conducir, no es accidental, es una conducta criminal y los argumentos que pretenden hallar un atenuante, sólo consiguen vulnerar el derecho de las víctimas a que se haga justicia”.

“Cualquiera que conduzca en estado de ebriedad comete un delito. Quién lo hace sabe que está prohibido pues importa un peligro grave y cierto de dañar gravemente la vida o integridad física de otras personas que circulan por calles, caminos y avenidas y que van confiadas en que no habrá quién cometa semejante acción criminal”, dijeron las organizaciones ACTIVVAS, Conduciendo a Conciencia, Red FAVEVITRA, Asociación Civil Red Nacional Familiares de Victimas de Tránsito, y familiares de distintas víctimas de tránsito.