El destacado psicólogo disertará sobre el problema del acoso escolar en una charla titulada “Bullying. Matón o víctima, ¿cuál es tu hijo?”, el viernes 2 de agosto próximo, a las 19.30, en la Unnoba (Roque Sáenz Peña 456)..
“A partir de investigaciones realizadas por el psicólogo noruego Dan Olweus, en 1993, se universaliza el modo de nombrar algunas formas específicas de maltrato entre escolares. Así, el término ‘bullying’ comienza a utilizarse para definir la conducta de acoso entre pares. A partir de ese momento a las acciones de intimidación y acoso entre pares se las nombra como bullying. Esto quiere decir que las conductas de intimidación que desarrolla un niño o un adolescente en las que involucra a un compañero para maltratarlo, acosarlo, insultarlo, humillarlo o golpearlo, incluyendo a otros como testigos de esa acción, se agrupan bajo la denominación de ‘bullying’. Esta nominación reúne una serie de criterios comunes para darle una categoría formal. Es decir que todo aquel que hable de conductas ‘bullying’ se refiere a un patrón de comportamiento, generalmente desarrollado por un alumno contra un par, con testigos y en el contexto escolar”, explicó el especialista en una entrevista publicada por la Red Latinoamericana de Noticias.
Señales de alerta
Respecto a las señales de alerta, para saber si un niño o adolescente tiene ese comportamiento, el profesional afirmó: “Si bien existen patrones de conducta asociados al desafío a la autoridad, el negativismo y la querella directa al adulto, los sujetos bully no actúan así. Desarrollan una caracteropatía que no permite detectar tan claramente sus intenciones hasta que no las ha desplegado. Para hablar de acciones bullying debemos encontrar los cuatro tipos de violencia: la física y la verbal que son evidentes y manifiestas, y la psicológica y la simbólica que son invisibles, mudas”.
“Para que podamos hablar de bullying tienen que estar integradas estas cuatro modalidades, sino, se trata de otra categoría. Y si bien, muchas veces el acoso entre pares (violencia psicológica) no es evidente para los adultos de turno, otras tantas son los mismos adultos los que participan de la segregación, discriminación o humillación de un alumno (violencia simbólica) y esto hace que no puedan advertir la violencia que puede estar sufriendo un alumno de su curso, o no les importa. Si bien no hay claras señales para advertir este tipo de acciones entre los chicos, es importantísimo ser un buen observador y trabajar sistemáticamente sobre la dinámica psicosocial de los grupos escolares para que esto pueda salir a la luz; ya sea porque un adulto lo advierte o porque un alumno se anima a denunciarlo”, señaló.
¿Quién es?
Fernando Osorio es escritor y psicólogo (UBA), con formación en el área de Psicología Forense y Criminología. Se desempeñó de 1992 a 2000 como coordinador del Equipo Interdisciplinario del “Programa de Rehabilitación Psicosocial Infanto-juvenil para Menores en Conflicto con la Ley Penal” (Consejo Nacional del Menor y la Familia). Realizó estudios de posgrado en la Facultad de Derecho (UBA) y en la Facultad de Psicología (UBA).
Actualmente se desempeña como director de “Estudios para la infancia” y preside el Comité Organizador del 1er Congreso Internacional sobre Conflictos y Violencia en las Escuelas” (8 al 10 de octubre de 2009, Facultad de Derecho, UBA).
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