Operativo "Abriendo Escuelas", Las Previsiones De Escándalo Se Cumplieron En Comodoro

Operativo "Abriendo Escuelas", Las Previsiones De Escándalo Se Cumplieron En Comodoro
Finalmente, el operativo "Abriendo Escuelas" que impulsó el Gobierno concluyó en un escándalo político y social de consecuencias difícilmente estimables en su totalidad, al menos ahora cuando el conflicto docente está lejos de haber concluido. Para colmo de los males de los estrategas gubernamentales, el final del día incluyó un toque tan dramático como ridículo: el ministro de Educación, Luis Zaffaroni, salió por los techos de una escuela donde había permanecido por alrededor de diez horas y en esa fuga perdió un zapato.
Con el frente interno dividido entre quienes impulsaban la alternativa de ofrecer un aumento salarial -aunque fuere de porcentajes mínimos, pero que sirviera a los fines de consolidar una negociación- y los halcones del buzzismo que diseñaron un operativo de alto riesgo destinado a "liberar" edificios escolares y esperar desde allí la adhesión de padres y alumnos, el Gobierno sólo atinó a acudir al final del día al viejo argumento "destituyente" para justificar sus acciones de este jueves.

El hecho principal de una jornada tensa, terminó siendo protagonizado por el titular de la cartera educativa, Luis Zaffaroni, quien permaneció alrededor de diez horas en la biblioteca de la escuela Hipólito Yrigoyen, en un suceso controversial alrededor del cual el Ejecutivo, docentes y padres que respaldan a la ATECh Sur, hicieron girar sus renovadas discusiones.

Es que mientras el secretario de Seguridad, José Glinski, aseguraba que su colega de gabinete se hallaba en condición de "rehén", los protagonistas de la protesta aseguraban que en realidad Zaffaroni apareció a la madrugada en tren "liberador" y luego forzó durante un tiempo su estadía en las instalaciones, hasta que la situación se desmadró y estuvo a punto de terminar en algo bastante más serio.

Sin reflejos, con el Gobernador cumpliendo actividades oficiales en Esquel y liderados por el fiscal de Estado, Blas Meza Evans, la mayor parte del funcionariado de Fontana 50 osciló entre la perplejidad, el voluntarismo y el escondite liso y llano, a medida que la crisis escalaba casi sin control en la ciudad petrolera.

Alrededor de la media tarde, comenzó una segunda fase de la estrategia, esta vez dedicada a condenar un presunto intento "destituyente" por parte de los maestros y sus dirigentes.

En ese sentido, el encargado de oficializar la denuncia fue el ministro Coordinador, Carlos Eliceche, que no atendió una circunstancia especialmente delicada.

Un poco antes, el secretario general de los Petroleros Privados, Jorge Avila, había avanzado mucho más a fondo al denunciar una "conspiración" nacida "en el Valle", en la que presuntamente confluían sectores opositores con la intención de tumbar "a un Gobernador de Comodoro".

En medio del clima enrarecido por las idas y vueltas, lo que parece palpable y concreto es que el Gobierno no logró ninguno de los objetivos que buscaba y en cambio quedó atrapado en una situación que pudo terminar de maneras mucho peores, tal cual lo preveían los funcionarios que recomendaron una y otra vez -sin suerte- que los "liberadores" no se pusieran en marcha.

Una muestra contundente de ese fracaso, fue que no hubo muchas solidaridades, si es que hubo alguna.

Por ejemplo, los candidatos por el FPV, el intendente Di Pierro y el presidente del PJ se mantuvieron lejos del incendio, al igual que el Vicegobernador Mac Karthy, que no dijo una palabra durante todo un día muy crítico.

Con la estrategia fallida a cuestas, sin resultados y la pérdida del zapato de Zaffaroni, hasta ahora no hay noticias sobre cómo encararán el Gobierno y el Gobernador Buzzi la nueva fase del conflicto, que presumiblemente incluirá un agravamiento de las medidas de fuerza, que se sumarán a la ruptura completa de la relación con la Regional Sur de la ATECh, fortalecida esta por los resultados de los últimos comicios en el gremio.

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