A Independiente la sonrisa le volvió al rostro en el reinicio del campeonato de Primera División. En el debut de Mauricio Pellegrino, el Rojo derrotó por 3-1 a Olimpo en el Libertadores de América, con una muy buena actuación de Martín Benítez, jugador surgido de las inferiores del conjunto de Avellaneda.

En el comienzo oficial de la era post Almirón, Independiente comenzó jugando un buen partido. Con Jesús Méndez y Matías Pisano como los dueños de la pelota, el Rojo se paró a jugar en campo visitante. Y contó con dos chances muy claras para convertir de arranque. Primero, un cabezazo de Vaelncia, tras un centro de Pisano, que el colombiano no supo colocar. Luego, con un remate de Martín Benítez, cuando Nereo Champagne ya estaba vencido. Juan Cobo se tiró como el arquero y sacó con la cabeza el disparo que se metía en el arco.

Luego de tanta insistencia llegaría la apertura del marcador para el local a los 18 minutos. Méndez ensayó una jugada maradoniana, dejó a tres hombres en el camino con una bicicleta incluida y tiró un centro bajo que Valencia empujó por el centro del área chica. Era el premio para el Rojo y para el ex Olimpo, que no había tenido un buen primer semestre en este 2015.