Luego de las idas y vueltas entre la empresa Hormicat SA y el Instituto Provincial de la Vivienda por el puente que conecta el flamante barrio Valle Chico con el resto de la capital, EL DIARIO DE CATAMARCA pudo establecer que los trabajos se llevan a cabo muy lentamente.

Después de la disputa entre las partes cuando el río impidió el paso de vehículos, la empresa cerró el paso provisorio que había habilitado el IPV y trabajó nuevamente en el badén para normalizar la situación.

Desde el organismo oficial se anunció que la empresa se iba abocar a terminar la obra del puente de inmediato, más allá que reconoció que existe una deuda con la firma debido a los atrasos del envío de los fondos nacionales.

Sin embargo, esta semana se pudo advertir que prácticamente la obra del puente se encuentra igual y no se ve avance alguno. Efectuada la consulta a la empresa Hormicat SA, se limitaron a señalar que sobre ese tema había que dirigirse al IPV.

Desde el Instituto Provincial de la Vivienda, técnicos del organismo reconocieron que los trabajos se realizan a “cuenta gotas” y citaron que uno de los problemas es que efectivamente se la adeuda a la empresa una rendición, ante el atraso de los fondos.

De todos modos informaron que mantienen contacto permanente con los responsables de la obra, a los efectos que por lo menos el badén se mantenga en buenas condiciones y no se reiteren los inconvenientes cuando llueve y crece el río.

Mientras tanto, numerosos vecinos del flamante barrio se comunicaron con este medio a los efectos de manifestar su preocupación, porque ven que la obra no avanza y temen que ante las lluvias del período estival, vuelvan a quedar incomunicados.