El Obispo celebró la eucaristía donde cayó el rayo en Gesell

El Obispo celebró la eucaristía donde cayó el rayo en Gesell
Una gran multitud de personas se congregó este domingo en la misa que presidió el obispo de Mar del Plata, monseñor Antonio Marino, en el balneario Áfrika, donde hace más de diez días ocurrió la caída de un rayo en la que perdieron la vida cuatro jóvenes turistas y hubo varios heridos; por ellos y sus familiares se rezó especialmente.
Concelebraron el párroco del lugar, presbítero Eduardo Torre y el vicario parroquial, Christian Caballero. También estuvieron presentes el intendente municipal Jorge Rodríguez Erneta, junto a otras autoridades. Representantes de la Cruz Roja, Defensa Civil, Policía, Bomberos y Scouts también participaron de la eucaristía y fueron espontáneamente aplaudidos por los presentes, en un gesto de reconocimiento a su tarea en el episodio ocurrido días atrás.

“Queridos hermanos en el Señor, mi presencia en Villa Gesell, está vinculada con un plan de visitas que hago habitualmente como obispo de esta diócesis, a los lugares de veraneo, con el fin de desearles una feliz estadía y un mensaje de fe. Pero a diez días del trágico accidente natural en el que perdieron la vida cuatro jóvenes turistas en este mismo lugar, el sentido de mi presencia asume la forma de un gesto de profunda solidaridad con los difuntos y con el dolor de sus familiares, y también con las personas afortunadamente vivas que sufrieron consecuencias”, inició diciendo el obispo en su homilía; y continuó “por eso celebramos aquí junto al mar la santa Misa, convencidos que sólo la Palabra de Dios y la gracia divina pueden traer un consuelo e iluminar un sentido, en medio de tanto desconsuelo humano”.

Luego monseñor Marino, habló del sufrimiento humano y del que experimentó el mismo Jesús. “Si logramos entender el significado de la Palabra de Dios, nos disponemos a obtener luz sobre nuestros sufrimientos y el de nuestros hermanos. Cristo no nos habla del sufrimiento desde afuera dice la carta a los Hebreros, ‘aunque era hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos lo que significa obedecer. De este modo Él alcanzó la perfección y llegó a ser causa de salvación eterna para todos los que le obedecen’. Jesús es nuestra luz, no tenemos otra. Él irá curando nuestro dolor y disipando nuestra oscuridad mediante nuestra fe alimentada en la oración”.

Para finalizar, invitó a todos los turistas y a los habitantes de Villa Gesell presentes, a unirse en oración por los difuntos y familiares y por los heridos en la tragedia, “elevando al cielo”, esta plegaria: “Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, te pedimos por estos hijos tuyos y hermanos nuestros que han sido alcanzados por la desgracia. Algunos han partido, otros se debaten en el dolor. Parientes y amigos lloran una ausencia, o se conmueven por la desdicha. Todos miramos hacia ti, el único que en tu Hijo Jesucristo puedes aportar luz, consuelo y esperanza. Unidos a María, Madre de Jesús y consuelo de los afligidos, imploramos para todos el don de tu paz. Amén”.

Un emotivo momento de la eucaristía, se vivió cuando los dueños del balneario llevaron las ofrendas al altar. La comunidad de Gesell junto a los turistas que se acercaron al balneario, rezaron unidos, como se viene realizando desde el 9 de enero por los jóvenes fallecidos, los heridos y el consuelo de familiares y amigos, y agradecieron al pastor de la Iglesia Católica de Mar del Plata por su cercanía y presencia.

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