Estaba tapada con paneles espejados en el marco de la obra "La democracia del símbolo", del artista Leandro Erlich
Tras 14 días sin punta, el Obelisco recuperó la cabeza. Su extremo había sido tapado conpaneles espejados que generaron la ilusión óptica de que había quedado truncada. La idea fue del artista Leandro Erlich en el marco de la obra "La democracia del símbolo", donde además se colocó una réplica de la punta en el MALBA para que la gente visite.
Según contó el artista, la obra constó de dos partes: hacer desaparecer el ápice del Obelisco con los paneles espejados y hacer aparecer la punta en la explanada del MALBA, en unareproducción a escala real.
"Me interesa generar proyectos en los que el arte escape a las fronteras de los centros convencionales de exhibición y se imbrique en el orden de lo cotidiano", explicó Erlich. "Me interesa el arte como una herramienta de integración, de acción, de vinculación. La relación de las ciudades con los monumentos y con lo que significa visitarlos, porque no sólo lo hacen los turistas; tiene que ver con la apropiación, con el orgullo, con la pertenencia. Y el Obelisco en Argentina es un monumento que nunca ha sido pensado para ser visitado", agregó.
Esta mañana, una gigantesca grúa se encargó de remover los paneles que ocultaban el extremo del Obelisco. Así, el histórico símbolo porteño recuperó su forma original.
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