Rodolfo Arruabarrena planea el nuevo Boca, aunque estos pensamientos están más ligados a la incorporación de Carlos Tevez y la posibilidad de que Daniel Osvaldo continúe un año más. Son los únicos nombres que le pueden hacer modificar el plan estratégico, ya que desde el funcionamiento en general el equipo no pedía demasiados retoques.

Muy pocas veces recurrió Arruabarrena al doble 9, pero sobre todo como búsqueda necesaria para revertir un resultado. Porque si bien Calleri tiene sacrificio y puede tirarse sobre una banda, no es el lugar donde más desequilibra. Justo en uno de los últimos partidos que Boca jugó en el semestre, ante Huracán Las Heras por la Copa Argentina, el equipo no podía destrabar el cero. El DT metió cambios ofensivos y uno de ellos fue el ingreso de Calleri por Leandro Marín. Y el gol, vaya paradoja, llegó de contraataque y con un desborde y centro de Calleri por la derecha y el cabezazo de Osvaldo. Pero en la mayoría de las veces que Arruabarrena probó con el doble 9 (en 2014 sucedió con Calleri y Gigliotti) Boca terminaba abusando de los centros y los pelotazos para el cabezazo de ellos. Y eso, según explicó el entrenador, le sacaba claridad a los avances.

"El sistema 4-3-3 que utilizamos no permite que usemos juntos a Osvaldo y Calleri, ya que centralizaríamos mucho el juego. Hoy, de todas formas, con el único que cuento en la pretemporada es con Calleri. Si viene Tevez y se queda Osvaldo y respeto el esquema, uno se quedará afuera. Pero sería cuestión de analizarlo", comentó Arruabarrena antes de subirse al avión en Ezeiza. El extremo de esta medida, de jugar con un solo 9, se observó en los cruces de la Copa Libertadores con River. En el Monumental fue titular Calleri (Osvaldo lo reemplazó tras el 1-0 de Carlos Sánchez) y el ex Inter salió desde el arranque en el inconcluso desquite en la Bombonera.

¿Qué le daría Tevez a Boca? Además de un salto de calidad lógico de jerarquía en ataque, sumaría presencia en materia de personalidad para afrontar situaciones adversas o partidos decisivos, liderazgo que hoy está bajo los dominios de los capitanes Daniel Díaz, Fernando Gago y Agustín Orion. En ese rubro, Pablo Pérez tiene un plus. Aún caminando por el filo de las expulsiones, el ex Newell's fue uno de los pocos que interpretó de entrada la intensidad con la que se debe jugar con la camiseta de Boca.

Tevez, además, no es un centro delantero de las características de Calleri o Gigliotti; podría convivir con Osvaldo y se complementarían, aunque allí el desafío del Vasco sería armar un medio campo que le pueda ofrecer desborde y desdoblamiento externo con los laterales. No sería algo tan sencillo desde un 4-4-2 (por las características del resto del plantel), quizá sí desde el 4-3-1-2 (con Lodeiro de enganche, detrás de Tevez y Osvaldo) o el 4-2-3-1, con Lodeiro corrido hacia un costado y con Tevez arrancando por detrás de Osvaldo, incluso enrocando posiciones como hacían Abreu y Falcao en el River del Cholo Simeone. Pero el Vasco tiene, además, buenas consideraciones de los delanteros externos como Palacios, Pavón, Carrizo y Chávez.

Hoy el único N° 9 es Calleri, aunque podría emigrar. Pero más allá de Tevez y Osvaldo, el DT también deberá resolver si seguirá aplicando las rotaciones como sistema, como hizo en el primer semestre, o si afianzará más nombres y puestos. En eso anda Arruabarrena por los Estados Unidos.