Si uno busca en el diccionario de la vida no encontrará resultados en cuanto a las palabras de aliento que una persona debe darle a otra que habiendo superado una desgracia vuelve a caer en la misma. Este es el caso del cronista y Nicolás Triviño. El defensor de San Martín, que padeció una rotura en los ligamentos de su rodilla derecha el pasado enero, vivía sus mejores días, jornadas atrás, cuando tuvo contacto con la pelota luego de siete meses que “no pasaban más”, según sus palabras.

El día jueves Triviño se disponía a realizar con normalidad un nuevo entrenamiento con la pelota en los pies. Pero pasó lo inimaginable.

Un mal movimiento en un despeje hizo que el zaguero mendocino se doble la rodilla operada produciendo “el mismo malestar que cuando me pasó la primera vez” confesó. “En el acto me di cuenta de que se trataba de algo malo, por lo que pedí que me hicieran una resonancia ” agregó.

“Los resultados no se pudieron ver con precisión por la inflamación que tenía, pero me dijeron que si o si hay que operar porque los meniscos no estaban bien, cuando abran se darán cuenta si los ligamentos se volvieron a romper, por lo que ahí decidirán si hay que volver a operar o no” detalló “Nico”, que se encuentra en Mendoza al lado de su familia. “Por estos días regresaré a Tucumán para comenzar los trámites de operación lo antes posible” declaró.

Sin dudas será un año para el olvido. Las muletas y la fisioterapia serán las batallas a vencer por Triviño.