Con un respaldo casi unánime, los diputados avalaron ayer en comisiones el proyecto de ley para que se prohíba la venta de combustible a los motociclistas que no lleven puesto el casco reglamentario. La propuesta, impulsada por el MPN, se votará en sesión durante julio, donde se da por descontado el respaldo mayoritario del oficialismo. De sancionar la norma, Neuquén se convertiría en la segunda provincia del país en aplicar esta medida, después de Buenos Aires.

El proyecto se presentó a fines del año pasado y tuvo un rápido tratamiento en dos comisiones legislativas. Ayer fue el turno de la de Asuntos Constitucionales, donde logró el aval de todos los legisladores, salvo Raúl Godoy (FIT). En la sesión de la próxima semana, la propuesta ingresará al temario y podrá votarse ese mismo día sobre tablas o bien a fines de julio.

No existe en el país otra provincia con una ley de este tipo, si bien hay ordenanzas vigentes en varias ciudades. El único antecedente es el de la provincia de Buenos Aires, donde la prohibición se aplica desde 2008 por decreto, a partir de un convenio entre el Ejecutivo y las expendedoras de combustible. Hay, además, proyectos en análisis en la Legislatura bonaerense, en la de Entre Ríos y en el Congreso Nacional.

La iniciativa de Neuquén busca impedir que los expendedores vendan combustible si el conductor de un ciclomotor o su acompañante no llevan el casco protector debidamente colocado. En caso de incumplimiento, la multa recae sobre el comerciante.

En algunas ciudades donde ya rige la prohibición, como Santa Fe, generó polémica que la responsabilidad de controlar el uso del casco entre los motociclistas caiga sobre las espaldas de los estacioneros, lo que llevó a desestimar la aplicación de multas. La diputada María Angélica Carnaghi (MPN), autora del proyecto neuquino, argumentó en favor de la iniciativa local que “las estaciones de servicio y las expendedoras de combustible se encuentran en una situación trascendente para contribuir al proceso de respeto a las normas de seguridad”.

Durante el debate en comisiones, recordó que las estadísticas revelan que más de la mitad de los accidentes mortales de motociclistas tiene por protagonistas a menores de 35 años y que la probabilidad de morir en el siniestro aumenta 15 veces cuando no se usa el casco.