Juan Francisco tiene 8 años y un corazón enorme y espontáneo. Como todos los fines de semana, fue con sus papás a comprar productos a la cooperativa Nuevo Amanecer y, como todo niño, paró la oreja para escuchar la conversación que mantenía su papá, Matías, con uno de los trabajadores. "No sé cómo vamos a hacer para pagar las facturas de luz y de gas", comentó el hombre detrás del mostrador.

La historia quedó girando en la cabeza de Juan Francisco en el viaje de regreso a casa y una vez en su hogar inició con su corazonada. "¿Cómo se hace para pagar cuando se debe tanta plata?", le preguntó a su papá, quien no pudo ensayar una respuesta concreta sobre la situación. Inmediatamente el niño salió corriendo a su habitación, agarró todas las monedas que tenía ahorradas y las guardó en una bolsa. "Yo les dono todo esto", le dijo a su mamá Maite, quien llegó a contar 12 pesos. 

Además, escribió una carta para acompañar la donación. La practicó una y otra vez hasta que la letra le salió en cursiva como él quería. Puso la bolsa con monedas y la carta dentro de un sobre, lo cerró y se lo entregó al papá. Ese mensajé llegó a las manos de los trabajadores de Nuevo Amanecer tres días más tarde. Decía:

Hola trabajadores de la Cooperativa El Amanecer.

Soy Juan Francisco y quería donarles esto. Sé que no es mucho pero es lo que tengo ahorrado. Es para que puedan llegar los servicios. 

Cuando ahorre un poco más, se los dono hasta que consigan la tarifa social. 

Un saludo. 

Juan.

El jueves de la semana pasada, Matías recibió un llamado de los trabajadores de la cooperativa Nuevo Amanecer en el que invitaban a toda la familia a visitar la fábrica durante el fin de semana porque querían hablar con Francisco y agradecerle su enorme gesto.

Juanchi, como le dice su mamá, es sobrino de Martín Campos, el joven de 31 años que fue asesinado de una puñalada en la madrugada del 24 de marzo de 2013 para robarle veinte pesos y el celular. Martín tenía tres hijas de 2, 4 y 6 años y junto a su esposa esperaban la llegada de un cuarto hijo.

Como es costumbre, al encuentro con los trabajadores de la cooperativa, Juanchi llevó una foto de su tío Martín con el pedido de justicia. Le regalaron una gorra, caramelos y muchos productos. El pequeño pidió dejar pegada la foto de su tío Martín en el local de Nuevo Amanecer y los trabajadores aceptaron exibirla con orgullo.

"Juan Francisco es producto de la educación estatal, sabe lo que es la solidaridad y ve a diario cómo muchos de los papás de sus compañeritos se quedan sin trabajo", contó Maite y dejó en claro que su a su pequeño héroe la solidaridad lo rodea en el ámbito educativo, en la casa y entre sus amigos. "Con el papá lo tuvimos que frenar, porque después de ayudar con sus 12 pesos a los trabajadores de la cooperativa, ahora quiere donar todo", contó su madre, quien también reconoció que su hijo no se quedó quieto y se con un amigo de ella para proponerlme comprar leche a Nuevo Amanecer para donar a una escuela y a las familias más carenciadas de Mar del Plata. 

En tiempos de vacas flacas, un ternerito sorprendió a todos.