Nadie castiga por no poner los precios en los comercios

Nadie castiga por no poner los precios en los comercios

Por ley, es obligación. En el Alto, el 80% de los negocios está en infracción.

 Los comerciantes neuquinos son reacios a exhibir sus precios, aun cuando hay una ley nacional que los obliga y que todos conocen. En la mayoría de los locales céntricos los productos se exponen sin ninguna referencia sobre lo que se cobrará en caja, lo que lleva a los compradores a perder tiempo recorriendo negocios para averiguar cuánto cuesta un artículo de su interés en uno y en otro lugar.

Según un relevamiento de LM Neuquén, el incumplimiento es mucho mayor en el Alto, donde alrededor del 80% de las vidrieras no tiene un solo cartel indicativo del monto que se pide por los productos. En el Bajo, la proporción es menor pero aun así los infractores son mayoría: 55%.  

La legislación nacional indica que si un empresario no difunde sus precios en vidriera de forma clara y visible está cometiendo una falta a la lealtad comercial, que puede castigarse con una multa de hasta 5 millones de pesos.

En una recorrida por la zona comercial del centro, no hay una sola cuadra en la que todos cumplan con la ley. De esquina a esquina, se encuentran como mínimo cinco negocios en infracción. Y en el radio más próximo al monumento a San Martín se llega al extremo de caminar varias cuadras sin poder hallar un solo precio en las vidrieras.

Desde la Dirección Provincial de Defensa del Consumidor indicaron que realizan controles periódicos para que los comerciantes cumplan con esta exigencia y también aplican sanciones. Además, desde el área de Comercio del municipio, si bien no tienen poder de policía, notifican a los empresarios sobre sus obligaciones con los compradores y los alientan a cumplir las normas.

Sin embargo, los controles chocan contra un muro de excusas y estrategias para evitar difundir lo que se cobra. Natasha, propietaria de un local de lencería en calle Alcorta, explicó que conoce la ley y que habían puesto los precios, pero comentó que después los sacaron porque veían que muy pocos cumplían con esa legislación.

Sabemos que hay una ley que tenemos que cumplir, pero estamos armando las vidrieras y por eso no le pusimos los precios”, se justificó Eliana, encargada de un local con fraquicia de una cadena de ropa tejida.

Los comerciantes más reacios a sincerar sus precios con el público son los que venden artículos de regalo y bazar, así como los que ofrecen accesorios de electrónica y perfumes.

En los locales de ropa y calzado, alrededor de la mitad cumple con los cartelitos en la vidriera, pero al ingresar a local a la mayoría de las prendas les falta la etiqueta con el valor que se cobra. La ley establece que la información debe estar a la vista tanto en los productos que se exhiben al exterior como en los que están en las estanterías (Ver aparte).

Entre las cadenas de electrodomésticos, es habitual que se indique el precio en vidriera. Sin embargo, varios empresarios cometen la picardía de informar el monto de las cuotas y no aclarar el valor final del producto.

En el caso de los bares y restaurantes, prácticamente ninguno tiene el menú en exhibición a la entrada, como marca la legislación. Sólo se publican letreros llamativos con las ofertas y descuentos especiales. Lo mismo ocurre con los hoteles y locales de servicios, como peluquerías y agencias de viajes, que deberían difundir todas sus tarifas con carteles o listados en el acceso al negocio.

La desinformación es la regla. Por eso, los neuquinos están acostumbrados a recorrer, observar y, en caso de que algo les llame la atención, preguntarle al primer vendedor que haya cerca cuánto cuesta lo que quiere.

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