Rafael Nadal volvió a dejar su huella sobre el polvo de ladrillo de Roland Garros. El español, que busca su octavo título en París, le ganó a Novak Djokovic un partido de altísimo vuelo y mucho dramatismo tras 4 horas y 37 minutos por 6-4. 3-6, 6-1, 6-7 (3-7) y 9-7. Al fin y al cabo, un duelo a la altura de lo esperado entre los dos máximos candidatos a ganar el título.

El otro duelo de semifinales lo disputan David Ferrer y el local jo Wilfred Tsonga. Mientras que el español busca su primera final de Grand Slam, el galo quiere ser el primer tenista de su país en ganar en Bois de Boulogne desde que Yannik Noah lo hiciera en 1983.

En el primer set quien sacó una mínima distancia fue el mejor tenista sobre polvo de ladrillo: Nadal. En un partido muy parejo, el actual cuatro del mundo logró aprovechar su chance de quiebre en el séptimo game, se quedó con el saque del líder del ranking y confirmó con su servicio 5-3, para luego cerrarlo –también con su saque- por 6-4.

Pero Nole no se iba a dejar superar tan fácilmente. Y en el segundo, el número 1 del mundo despertó. Pese a que Nadal consiguió el primer quiebre (3-2), enseguida Djokovic logró en su tercer break point recuperarse y, rápidamente, volver a quebrar para sacar 5-3 a su favor. El desenlace no pudo ser otro que un 6-3 para igualar el partido a un set por lado.

Nadal salió echa una fiera a jugar el tercer set y no lo dejó jugar a Djokovic. Quebró por primera vez en el segundo set y lo repitió en todos, menos en el sexto, cuando el serbio sumó por primera vez con su servicio. Luego, al saque, cerró el parcial por 6-1, con la ilusión de que el cuarto sea el definitivo.

El cuarto capítulo estuvo lleno de dramatismo. Djokovic buscó las líneas en cada golpe para desestabilizar a un Nadal que no paraba de correr. Así, gracias a la fuerza de sus piernas y el peso de su bola, además de algunos errores del serbio, el español quebró en el undécimo y sacó para ganar el encuentro en el game siguiente. Sin embargo, allí apareció lo mejor del serbio quien logró desestabilizar a su rival y forzar en el tie break. En el desempate, dos mini quiebres le bastaron a Nole para ponerse 6-3 y definir el set con su saque luego de que Rafa dejara en la red una volea de revés.

Si el encuentro había sido dramático hasta entonces, el quinto set no desentonó. Djokovic quebró de entrada y parecía encaminarse a lograr la hazaña de desbancar a Rafa. Sin embargo, el español se recuperó y quebró en el octavo game, en el cual Djokovic perdió un punto que tenía ganado porque perdió el equilibrio y cayó sobre la red al volear.

Ambos ganaron sus siguientes games de saques no sin un gran esfuerzo. Hasta que en el 16° juego, Rafa sacó una rápida ventaja y Djokovic quedó 0-40. Una derecha larga del serbio decretó el final de su sueño de ganar este año el único Grand Slam que le falta.

Para Nadal la victoria le permitió alcanzar otro récord: acumula 59 triunfos en Roland Garros, uno más que Guillermo Vilas y Roger Federer. El español perdió sólo una vez en París (en 2009, ante Soderling).