La comuna tendrá a su cargo la administración total de la construcción de las viviendas y ya recibió un anticipo de Nación por 3.8 millones de pesos. La Fundación Madres de Plaza de Mayo sólo proveerá los paneles para las paredes. Si bien en un principio el proceso de regularización y autoconstrucción de las 137 viviendas en el barrio 10 de Diciembre estaba a cargo de la Fundación, dentro del programa “Sueños Compartidos” y con la supervisión del IPPV, de a poco el Municipio, a pedido de la comisión de vecinos, comenzó a involucrarse en el proyecto.

En primera instancia, ante los retrasos en las obras, reemplazó al instituto provincial en la supervisión de los avances, y luego, tras el escándalo por el nivel de gastos personales y el supuesto desvío de fondos del ex apoderado de la Fundación Madres de Plaza de Mayo, Sergio Schoklender, la comuna apareció como garante de la continuidad.

La gente del IMTVHS recorriendo la obraEl intendente Marcelo Cascón informó que, finalmente, el Municipio asumió la administración total de la obra en un convenio con el gobierno Nación, por el que la Fundación Madres de Plaza de Mayo sólo provee las placas del novedoso sistema de construcción. Este corrimiento también abarca el vínculo con los trabajadores, a quienes se les adeuda el aguinaldo y la liquidación final del vínculo con la organización.

En ese marco, el jefe comunal concurrió ayer al centro comunitario del barrio para llevar los contratos a los 108 trabajadores, con las mismas condiciones que gozaban hasta el momento, y se les notificó la cancelación de la quincena y del aguinaldo para el 7 de setiembre.

Para asumir este compromiso, Cascón solicitó un anticipo que ya ingresó a la comuna, por 3.8 millones de pesos. El presidente del IMTVHS, Oscar Zamora, estimó que la masa salarial mensual de la obra es de 350 mil pesos.

El intendente también destacó que desde que la comuna se involucró en el proyecto se entregaron 14 viviendas más y otras 17 están con un 75 por ciento de avance, se abrieron dos de las cinco calles previstas, y se firmó un convenio con la Escuela Antú Ruca para la construcción del gimnasio.

“Tomamos una decisión política muy fuerte: dimos un paso más, inédito para el Municipio, asumiendo por cuenta propia la administración de la obra, para darle un vuelco y terminarla”, definió Cascón. Referentes como Omar Soto, delegado de los obreros, estimó que “es importante el esclarecimiento para la continuidad de la obra, de esta manera el trabajo se acelera y se hace más afectivo”, expresó.

Asimismo, se aclaró que “este contrato no significa que los trabajadores ingresen a planta de la municipalidad”, explicó Zamora, para agregar que “al frente de la obra seguirá el arquitecto Pichilili”. (ANB) y El Cordillerano.