Los nacimientos marcaron el primer domingo de La Rural

Los nacimientos marcaron el primer domingo de La Rural
Los chicos se deleitaron ayer con los recién llegados: una llamita, una ternera y pollitos.
El animador de la pista central se quejaba y reclamaba. Se sentía en su mejor momento mientras contaba chistes y animaba al público pero no recibía respuestas. Fue entonces cuando alzó la voz y se los dijo: “¡Vamos che, venga ese aplauso!

No logro que saquen las manos de los bolsillos ni para aplaudir ”. Y entonces bajó de las tribunas casi completas el sonido de las palmas. Es que ni el frío pudo impedir que La Rural viva su primer domingo a pleno en Palermo.

Con 6 grados, la mayoría de las familias decidieron recorrer el predio bajo techo, y es por eso que por momentos transitar por la zona de las artesanías, por ejemplo, se tornó lento. Se mezclaban los ponchos y las botas de los gauchos con las bufandas y los gorros de lana de los visitantes.

Los más chicos se amontonaban en la carpa de las aves para ver el nacimiento de los pollitos, en una incubadora que está a 38 grados y que permiten que nazcan de manera constante durante todos los días. Sin embargo para Lucas el problema era que no iba a poder comer su plato preferido, milanesa con huevo frito: “Má, mirá si un día nos confundimos y comemos un pollito”.

Si de nacimientos se trata, República, la llama que llegó a este mundo ayer a las 10, fue una de las más requeridas para las caricias, los besos y las fotos. A la única que no le gustaba nada era a su madre, Clarita, que rechinaba cuando le sacaban a su pequeño de al lado. “Le pusimos República porque con él –a pesar del nombre, es macho– queremos que también venga un resurgir del país”, dijo a Clarín su dueño, Gustavo Meluendes, de La Plata. El mismo éxito con las familias tuvo la ternera Esperanza, que nació el viernes pero ayer fue presentada en sociedad. “La idea del nombre tiene como objetivo de empezar a terminar con tanta división y veredas opuestas; de que podamos recapacitar y acortar las diferencias para tirar todos juntos hacia adelante”, explicó Fernando Luis, su propietario.

En la pista central el mayor atractivo estuvo en la exhibición de carruajes, una actividad que la temperatura polar no pudo opacar ya que las personas se apostaron a cada lado de la pista para ver al ganador: una carreta sin cobertura con una frase de Pablo Neruda: “Sin trigo no hay trabajo”.

En esta edición 2013, que sigue hasta el próximo domingo con más de 4.500 animales y 400 expositores, lo que cuenta es la experiencia que vive quien la visita: porque además de poder ver por primera vez nacer un pollito, ordeñar una vaca o pasear arriba de un pony, las personas pueden participar de las visitas guiadas educativas gratuitas que cuentan con seis paradas: cultivos, maquinaria, ganadería, equinos, lechería y granja.

Actividades que ni con el frío se pueden evitar.

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