Mujeres de marineros pidieron el fin del paro frente a la sede del Simape

Un grupo de veinte mujeres de marineros marplatenses se manifestó frente a la sede gremial del SIMAPE para reclamar la vuelta al trabajo.
En la protesta cruzaron duro a los dirigentes y hubo momentos de tensión. Prefectura desplegó un operativo especial para evitar incidentes. “Ya no tenemos comida para darle a nuestros hijos. No podemos más. Es una locura seguir sin trabajar. Venimos a pedirle al Simape que termine con esto”, dijeron.

A sólo unos doscientos metros del campamento instalado por el Simape en el puerto local, mujeres de marineros, trabajadoras del pescado y vinculadas a la industria hicieron esta tarde oír sus voces contra la continuidad del paro que afecta a la flota fresquera de altura.

Frente a la sede del gremio, un grupo reducido de veinte pidió por la vuelta al trabajo al ritmo de cacerolas, que según denunciaron, están vacías por los últimos tres meses de inactividad.

“Ya no tenemos comida para darle a nuestros hijos. No podemos más. Es una locura seguir sin trabajar. Venimos a pedirle al Simape que termine con esto”, le dijo una de ellas a Pescare.com.ar.

Además, cuestionaron la forma de votación en las asambleas y denunciaron amenazas para quienes contradicen las decisiones que adopta la cúpula de la entidad.

Los dirigentes del sindicato, Pablo Trueba y Juan Domingo Novero, abandonaron el corte en el acceso a las terminales 2 y 3 e intentaron conversar con las manifestantes para explicarles los motivos de la medida de fuerza.

Sin embargo, el diálogo fue subiendo de tono y terminó con fuertes acusaciones. “No me vengas a explicar nada Novero, esto es político. ¿Hasta cuándo vamos a tener que seguir aguantando?”, gritó una mujer.

La tensión hizo que personal femenino de Prefectura debiera intervenir para evitar desbordes. La fuerza desde más temprano ya había desplegado un operativo especial en la entrada a la estación marítima.

De cualquier manera, una veintena de afiliados al Simape se acercaron hasta las mujeres de sus compañeros para pedirles que mudaran la protesta a las empresas.

“Los empresarios son los que tienen que resolver esta situación, no nosotros. Yo no voy a volver a embarcarme por un sueldo miserable. Vayan a pedirles a ellos que destraben el conflicto”, gritó un trabajador.

El consejo no tuvo efecto. El mismo grupo de mujeres prometió que este sábado, a las 14, repetirá la convocatoria. “Seguramente seremos más. Algunas hoy no se habían enterado”, se excusaron.

Desde el gremio, en tanto, deslizaron que la movida responde a Roberto Villaola, el dirigente ligado a la CTA, que se adjudica la representación de los trabajadores del pescado en negro.

“Hay mucha confusión. Un par de mujeres fileteras vinieron engañadas porque creían que la marcha era en apoyo nuestro y, cuando se dieron cuenta, se sumaron a nuestro reclamo. Acá todos tenemos que estar del mismo lado”, expuso Trueba.

Algunas familias se alinearon con el discurso del secretario adjunto y durante la tarde se sumaron al acampe que se mantiene en el acceso a los muelles en apoyo a la huelga.

Incluso pudo verse a chicos jugando entre las gomas y los bombos. Fue una especie de postal anti disidente que subrayó las diferencias que desató el conflicto entre sus propios actores.

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