Una nueva tragedia vial vino a enlutar ayer otra familia riojana y, en forma paralela elevó las ya escalofriantes cifras de personas fallecidas en accidentes de tránsito a 58 víctimas fatales en lo que va de este año. La cifra ya superó por casi el doble a las registradas en similares períodos de los años 2014, 2013 y 2012. La nueva víctima fatal fue identificada como Enrique Omar Romero (58), del barrio Vargas. Circulaba en su motocicleta y en una de las esquinas de un barrio periférico alcanzó a rozar un automóvil que cruzó por la otra calle. La mala fortuna hizo que el motociclista, que llevaba el casco reglamentario correctamente colocado cayera pesadamente al piso donde se desnucó y murió en forma instantánea. La conductora del automóvil, que circulaba en compañía de su hijo de apenas 13 años indicó que ni siquiera se escuchó algún golpe de magnitud, sino que el roce resultó casi imperceptible.

Fue ayer, a las 15.20, en la esquina de las calles Nápoles y Pellegrini, en el barrio Santa Justina. A esa hora por la calle Pellegrini, en dirección Este a Oeste, es decir en dirección a la avenida Angelelli circulaba un automóvil marca Renault Sandero, color negro, dominio LQC-807, conducido por Lorena María Ávila Castagno (42), del barrio San Román, quien lo hacía en compañía de su hijo de apenas 13 años.

Por causas que se tratan de establecer, cuando el automóvil ya había superado más de la mitad de la calle por Nápoles llegó a la esquina una motocicleta marca Motomel Dax, 70cc, color rojo, sin dominio, conducida por el señor Enrique Omar Romero (58), del barrio Vargas, que rozó levemente la parte trasera del auto.

Por ese roce, al parecer el motociclista perdió el control del motorodado y tanto la moto como su conductor fueron a dar en el piso. Al parecer y producto de la mala fortuna, el señor Romero cayó con tanta mala suerte que con el golpe se desnucó y murió en el acto, pese a que llevaba el casco reglamentario correctamente colocado.

La muerte del señor Romero elevó a 58 el listado de personas fallecidas en tragedias viales, cifra que por otra parte casi duplica a las registradas durante igual período de los años 2014, 2013 y 2012.

Pese a las elevadas cifras hay que rescatar el esfuerzo realizados a través de las políticas públicas implementadas en los últimos tiempos. A modo de ejemplo, desde la aplicación del decreto 840 la cantidad de accidentes de tránsito en la Capital va menguando poco a poco. En cuanto a las personas internadas en el hospital Enrique Vera Barros causa de los accidentes de tránsito disminuyó en un 25 por ciento, de acuerdo a la información oficial distribuida en forma oficial.

Ese 25 por ciento constituye un enorme ahorro en materia de partidas presupuestarias que deben dirigirse al gasto diario para la atención de accidentados.