El publicista fue atropellado en Alem y Quintana y murió después de agonizar una semana. “Ni siquiera nos pidieron disculpas”, aseguró su esposa.
A un año del accidente que terminó provocando la muerte del publicista Norbert Degoas tras siete días de agonía en el Hospital Interzonal, su esposa Alejandra Scalise asegura que la conductora del vehículo que lo atropelló en Alem y Quintana "nunca pidió disculpas" y se mostró esperanzada en que la justicia la condene porque "destruyó una familia".
El genio publicitario conocido popularmente como Norbert Degoas fue atropellado por una camioneta 4x4 el lunes 2 de septiembre de 2013 al salir de su casa en Alem y Quintana, mientras intentaba cruzar la calle por la senda peatonal. La conductora del vehículo argumentó no haberlo visto, se detuvo y lo asistió hasta que se lo llevó la ambulancia. Sin embargo, el golpe fue letal y el locutor terminó falleciendo.
Unos días después del accidente que le terminó arrebatando la vida a Norbert, su hija Arianna había asegurado a 0223 que quien lo atropelló fue “Elizabeth Rodríguez, esposa del empresario Julio Riadigos”, propietario de una cadena de farmacias en Mar del Plata.
A un año de ese trágico episodio, Alejandra, la esposa de Degoas, habló con 0223 y reclamó justicia. "Queremos que la persona que atropelló a mi marido se haga cargo, porque nunca fue capaz de pedirnos disculpas", señaló la mujer y dijo que la conductora "puede haber cometido un error humano pero tiene que asumirlo".
"Seguimos muy dolidas por lo que pasó pero esperanzadas en que se va a hacer justicia, porque hay leyes que nos amparan, que dicen que el peatón tiene prioridad de paso en todo momento y especialmente si está cruzando por la senda peatonal", manifestó Alejandra.
La esposa del publicista denunció que la mujer que atropelló a Degoas sigue manejando y "representa un peligro para toda la sociedad".
Seis meses antes del accidente, Degoas había iniciado una campaña para solicitar la instalación de un semáforo en la misma esquina en la que sufrió el accidente ya que a apenas cincuenta metros se encuentra el colegio Nuestra Señora del Carmen y temía que ocurriera un hecho similar. Para esto, se puso de acuerdo con el quiosquero y juntos comenzaron a juntar firmas entre los vecinos, que después presentaron en el municipio.
Para que la muerte de Degoas no quede impune, un mes después del accidente sus familiares decidieron reflotar la iniciativa. Sin embargo, el municipio nunca tuvo en cuenta el pedido y a un año del trágico epsiodio no hay noticias del semáforo.
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