El empresario Damián Stefanini desapareció el 17 de octubre cuando salió de su casa de San Fernando en automóvil hacia su empresa. Dos días más tarde su vehículo fue hallado en el partido de Vicente López, perodesde entonces no se informó sobre pistas firmes acerca de su paradero. Lo único que hubo fue un mar de rumores y pistas de una supuesta investigación que según la familia, poco y nada tiene que ver con lo que ocurre en el expediente.

Las hipótesis van de un extremo al otro. Se dijo que debía plata y como no había cobrado una hipoteca, no podía pagar; se dijo que había prestado plata, lo que convirtió a todos sus deudores en sospechosos; se dijo quehabía estafado a varios con la compra de un yate que estaba construyendo, que fue a visitar el día de su desaparición, que ofrecía a 900 mil dólares y que de acuerdo a una información periodística sería de un ex socio del "valijero" Leonardo Fariña. Se dijo, se dijo y se dijo. También que estaba en Santiago del Estero oque lo había secuestrado el mismo entrerriano que mató a Cristian Schaerer.

Oficialmente se dedica a producir sillas y sombrillas publicitarias. ¿Pero tenía una vida secreta? La familia ha repetido hasta el cansancio que todo lo que ha dicho a la Justicia es lo que sabe. Entre los que habló está su suegro, a quien se indicó como el propietario de la pistola con la que murió María Marta García Belsunce, lo cual le dio un motivo más al caso para figurar en los medios, pero no colaboró en lo más mínimo con la causa.

Las cámaras de seguridad del partido de Tigre registraron al auto de Stefanini ingresando a las 8.30 a la zona de Rincón de Milberg y saliendo de allí una hora y media después, pero las imágenes no permiten determinar si el empresario manejaba.

El celular del empresario estuvo encendido por última vez en una antena cercana al lugar en el que apareció el auto Audi S4, en la localidad de Florida, a una cuadra de la casa de su contador. Dentro del vehículo, que estaba intacto, la policía encontró documentos, el iPad, la agenda, una chequera, una camisa y un pulóver del empresario.

Buena parte de la investigación se centró en los contactos y negocios del empresario. La fiscal de Investigaciones de Delitos Conexos a la Trata de Personas y Violencia de Género de San Isidro, Mariela Miozzo, llamó a declarar a sus socios, pero trascendió que no aportaron ningún dato relevante para la causa.