Geo Monteagudo: Por Talleres dejé de fumar

Geo Monteagudo: Por Talleres dejé de fumar
Acompañante de Mario Pereyra en juntos, la Geo también se luce con su frescura en “70, 80 y 90”, por Teleocho. Fanática del albiazul, está orgullosa de ser la madrina del centenario.

Cuando peregrinaba a la popu que hoy se llama Willington, enfundada en la camiseta de Zelaya, la Geo Monteagudo ni soñaba con ser madrina de Talleres. Albiazul de cuna, repasó las emociones y delirios por ser futbolera de ley y fanática de la T. Además de Madrina del Centenario del club.

¿Todavía estás festejando?

–No es para menos. Fueron cuatros años terribles en el Argentino A y ni Talleres ni su gente se lo merecen. La noche previa al partido del ascenso, nadie durmió por los nervios. Fui al estadio con un nudo en el estómago porque otras veces llegamos a la final y dolía mucho cuando no se daba. Se me caían las lágrimas, saltaba, abrazaba a todos, porque en el estadio eran todos de Talleres.

–¿Cuál fue la mayor alegría que te dio el fútbol?

–La final del ‘98 contra Belgrano. Estaba en la popular, con mi tío Sergio. A los penales no los vi. Me la pasé rezando, besando el escudo de la camiseta y haciendo promesas a la Virgen. Una fue dejar de fumar. Me costó dos años, pero por Talleres dejé de fumar.

–¿Y qué fue lo más loco que hiciste?

–Una vez, cuando era chica, caminamos como 80 cuadras para ir a la cancha porque teníamos plata nada más que para la entrada. Llegamos y no teníamos fuerza ni para cantar. De chica me llevaba mi papá, Francisco, hasta que dejó de ir por la violencia en el fútbol. Empecé a ir con mi tío y después se sumaron mi mamá, Cristina, que hacía la cola para sacar las entradas, y mi hermano.

–¿Te enamoraste de algún futbolista?

–En esos años, el más fachero me parecía el Rodri Astudillo. También Cuenca, Maidana, el Lute… y de ahora el más pintón es Agustín Díaz. Pero lo más era Sorín, porque además tenía toda la onda. Leía a Cortázar, estudiaba Comunicación en la UBA, tenía un programa de radio y me matan esos ojos verdes. Como simpatizo con Boca, también me gustaba Palermo, pero nunca tuve la fantasía de casarme con un futbolista porque viajan mucho, tenés que seguirlos a todos lados y yo soy feliz en Córdoba.

–¿Qué opinás de las botineras?

–Con las chicas todo bien, aunque no niego que por ahí el comentario es “mira esta, sin hacer nada anda en autos de lujo y sale en las tapas de las revistas”.

–¿Te fijarías en un jugador de Belgrano?

–¡Me casé con un fanático de Belgrano! Mi esposo Marcelo es amigo de Olave, del Picante, de Aveldaño… Fuimos a recitales juntos, como al de Ciro. Pero no son mi tipo. Jugar en Belgrano ya los tira al subsuelo. Con Marcelo es suficiente, la noche que ascendimos me llamó y me dijo que no volviera a dormir a casa.

–¿Cómo vienen las apuestas con Sergio Zuliani para los clásicos con Instituto?

–Instituto no existe (risas). Ay, cuando Lito Quinteros lea esto me mata… La rivalidad es con Belgrano. Lo que pasa es que los hinchas de otros clubes son anti Talleres porque dicen que somos soberbios, agrandados, que vivimos en una realidad paralela. Sergio es de los que bardea pero tarda en pagar las apuestas. Como el operador de la radio, Waldo Sandoval, que es de Belgrano, y tardó un año en pagar la camiseta de Talleres que le gané.

–¿Tenés trofeos?

–Una camiseta del Cachi Zelaya de 1998, que me llegó a través de mi amiga Dana. Y ahora tengo una nueva, que nos dieron a Mario (Pereyra) y a mí por ser los padrinos del Centenario del club.

–¿Ya armaste la animación para la fiesta de los cien años?

–Más vale. Agárrense porque nos van a tener que aguantar. Se va a festejar en todo el mundo, porque hay filiales en todas partes. Y que venga el Barcelona o el Real Madrid, porque le jugamos a cualquiera.

Tiki Tiki (respuestas cortitas y al pie)

-¿Te gusta Messi?

-Un grande. Lejos, el mejor de todos los tiempos.

-¿Y la Selección argentina?

-Más o menos. Para ganar el Mundial habrá que trabajar duro.

-¿Lo que más te atrae de un futbolista?

-El carisma. Y más que una cara bonita, que estén bien de lomo, je.

-¿Qué opinás de Cacho Sialle?

-Me encanta. Un gran técnico que ahora tiene de nuevo la responsabilidad de armar un equipo para ascender a Primera.

-¿Qué te provoca la hinchada de Talleres?

-Es lo más maravilloso. La noche que bajó el telón y cubrió todo el Kempes será imborrable. Lo que siente el hincha de Talleres no lo siente nadie y ojalá los de otros clubes puedan saber también lo que es un estadio lleno con hinchas del mismo equipo.

-¿Cómo definirías a Belgrano?

-Nuestro rival de abajo.

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