El modelo San Antonio

(Opinión) Ante la sorpresa de todos, los Spurs se adueñaron de la definición de la NBA con una autoridad pocas veces vista en la historia. Tomaron una ventaja de 3-1 y tienen la chance de salir campeones el domingo. Para explicar el porqué de tamaña diferencia no hay que buscar solo razones que convivan dentro de la cancha. El análisis debe trascender la acción de los 48 minutos.

 

El básquetbol es, quizás, el deporte más lógico del mundo. En un alto porcentaje de oportunidades las cosas resultan como se plantean previamente en una charla técnica, en una pizarra o en algún entrenamiento. Y la lógica se codea con las matemáticas, los números, los cálculos y las precisiones.

Desde allí que es posible explicar muchas de las situaciones que suceden dentro de un rectángulo de juego a través de las estadísticas. Cuando uno lee una planilla final de un partido en particular puede, al menos, tener una noción de lo que ocurrió sin haber visto dicho encuentro, al margen que existan muchos detalles que no se reflejan en el papel y que hacen al análisis.

La tarea se vuelve realmente difícil de desarrollar a la hora de explicar este 3-1 de San Antonio sobre los Miami Heat, que puso en jaque al Rey LeBron James y toda su corte; El análisis de estas Finales 2014 de la NBA es obligatoriamente profundo. No admite miradas por encima del hombro, livianas o al paso. Entender esta enorme supremacía del equipo de Gregg Popovich significa tener en cuenta no solo el más mínimo detalle de un choque con muchos cambios tácticos, sino también conocer aspectos que se relacionan con el basquetbol desde afuera de la cancha.

Tomando esta última sentencia como punto de partida, el primer nombre propio que surge es, precisamente, el de Popovich. La criatura de esta dinastía. Un hombre que marcó una tendencia “anti sistema” en una liga sistemáticamente perfecta que no se aparta de sí misma. Tener en la cabeza una idiosincrasia distinta y haberla desarrollado con el éxito que alcanzó, es el mayor mérito en la enorme carreara de Pop.

Popovich introdujo en la NBA una forma de juego que en los Estados Unidos no se siente, y por ende era casi imposible de adaptar. Sin ir más lejos, San Antonio históricamente fue considerado un equipo aburrido, que no llenaba los ojos de nadie y hasta bajaba los rating televisivos. No se entendía el modus operandi en el país del show hasta las últimas consecuencias. Pues San Antonio, desde la mente brillante de su entrenador, adoctrinó la forma de ver básquetbol en allá en el norte.

La manera de manejarse fuera de la cancha también marcó un precedente. Porque San Antonio transpira el espíritu de equipo. Sus jugadores lo sienten y los transmiten en el vestuario y dentro de la cancha, donde cada uno sabe qué es lo que tiene que hacer para llevarse la victoria.

Esta larga - “anti web” - introducción se sugiere como crucial para adentrarse en las intimidades de los primeros cuatro juegos de esta serie. Miami salió muy bien parado de San Antonio. Tras los puntos uno y dos, disputados en el AT&T Center, el Heat no solo se fue con un partido en el bolso, sino también con la sensación de haber pisado fuerte y de ser dominadores. Porque en el segundo tuvo la autoridad para desactivar la ofensiva spur, e impuso condiciones a través de un brillante LeBron James. Asimismo, el primer partido contó con el atenuante del aire acondicionado y la salida del alero; que nunca se sabrás, pero quizás las cosas hubiesen sido distintas bajo condiciones normales.

San Antonio llegó a South Beach obligado a ganar al menos uno para retomar la ventaja de cancha y mantener las esperanzas de alcanzar un séptimo juego que tenga a su público como huésped. Pero eso no ocurrió, porque ganó dos, y de una manera apabullante.

Hablar de los Spurs es hablar del buen gusto ofensivo. El de Emanuel Ginóbili es, por lejos, el equipo que mejor y más lindo juega en el mundo, y el camino para alcanzar este aspecto es a través de los pases. Durante la temporada regular lideró la NBA con un promedio de 25.1 asistencias por partido (22.1 en playoff). La paciencia es una de sus principales virtudes para mover el balón con mucha fluidez en el perímetro, de afuera hacia adentro, desde la pintura para los externos, y ese increíble juego “poste alto-poste bajo” con el que le hizo puntos a cualquier dupla de internos que se les puso en el camino.

Durante el cuarto partido, en el que más diferencia hubo en cuanto al juego, San Antonio realizó 381 pases en total ante los 278 de Miami; Asimismo, terminó con 25 asistencias, mientras que el Heat sumó solo 13. Estos números sí hablan, y explican gran parte de lo que se está observando.

Esta obsesión por encontrar el compañero mejor posicionado hizo que los Spurs encontraran tiros cómodos y claros, los lanzamientos que ellos querían tomar, y los porcentajes no tardaron en llegar:Es el primero equipo, desde los Lakers de 1987, en tirar para un 55% o más en partidos consecutivos de finales desde la inclusión del reloj de 24 segundos (temporada 54-55).

Desde allí San Antonio impuso condiciones. Eric Spoelstra buscó variantes para genera un cambio a través de su defensa, una de las mejores de toda la liga. Pero los resultados fueron inútiles en los juegos 3 y 4. Salir con Lewis de ala pivot y Bosh como centro es ir en busca de atacar las piernas de los Spurs; por este motivo Pop contrarrestó cambiando también su formación inicial, con la inclusión de Boris Diaw por Splitter. Como consecuencia, Bosh apareció esporádicamente, y Lewis alternó buenas con malas.

También pudo verse al mismísimo James marcando a Manu para no permitir al crecimiento del bahiense en momentos decisivos, estrategia que también se utilizó en algunos pasajes sobre Tony Parker. Pero, al margen de la defensa de Andersen sobre Duncan en el segundo juego, nada dio resultado.

El emparejamiento que más se esperaba era el de Leonard con LeBron, una de las claves de las finales de 2013. Luego de los primeros dos partido, en los que el alero de San Antonio no fue factor, las maneras cambiaron, y los Spurs - sobre todo en el cuarto juego - defendieron con Kawhi como punta de lanza, pero sostenido por una rotación impecable, que obligaba a pasar a James a la hora de penetrar y contestaba los tiros a larga distancia, cara a cara. Sus números siempre son elevados por naturaleza, pero esta vez no fueron gravitantes. De hecho, LeBron tiene 45 puntos y 16/25 de cancha durante los 29.54 minutos en los que fue defendido por Leonard.

¿Será el domingo el día señalado? San Antonio quiere gritar campeón por quinta vez en su historia, algo que no logra desde 2007, cuando vencieron a un James vestido con la camiseta de los Cavaliers. Nunca un equipo que fue perdiendo 1-3 logró dar vuelta una final. Los números los favorecen, su juego también.

Comentá la nota