Desde horas tempranas, fue masiva la concurrencia de gente que fue a recordar a sus seres queridos que ya no están. Por eso se registró un movimiento incesante, sobre todo en horas de la mañana.

En la necrópolis, el personal trabajó durante toda la jornada para brindar toda la asistencia o ayuda que los vecinos pudieran solicitar. Además, se destacó que en días previos se realizaran tareas de desmalezamiento, limpieza, riego de calles y fumigación de todas las hectáreas. Los asistentes pudieron acceder también a los remodelados baños públicos. Diversas áreas del Municipio prestaron colaboración para que todo se desarrolle con normalidad y no se produzcan inconvenientes. Es así que desde la Dirección de Calidad de Vida se trabajó en el ordenamiento de los vendedores ambulantes, en su mayoría de flores y velas, y desde el Departamento de Bromatología de esta área se controló la venta de comidas elaboradas.

Por su parte, personal de Tránsito se ocupó del ordenamiento vehicular. El ingreso de las unidades de transporte público, que fue constante durante todo el día, se efectuaba por calle Islas Malvinas y el egreso por calle Pío XII, mientras que los vehículos particulares, taxis y radiotaxis lo hicieron por calle Nuestra Señora del Carmen y salían por calle Pablo VI. De esta forma se evitó el congestionamiento de vehículos, sobre todo en el ingreso de la necrópolis.

En tanto que un grupo de personas de la Dirección de Salud estaba ubicado a la entrada del cementerio para asistir a todas aquellas personas que lo necesitaran.