Miles de cipoleños festejaron el Día del Estudiante

Miles de cipoleños festejaron el Día del Estudiante
Si bien la temperatura no fue tan cálida como esperaban los jóvenes, el sol salió a tiempo y una multitud se concentró en diferentes espacios recreativos.

Cientos de jóvenes cipoleños celebraron ayer el Día del Estudiante y la llegada de la primavera, reuniéndose con amigos y compartiendo una jornada de recreación y camaradería.

Como es habitual en la ciudad, el lugar más concurrido fue la Isla Jordán. Allí comenzaron a llegar los primeros contingentes minutos antes del mediodía, aprovechando la aparición del sol para disfrutar de un almuerzo al aire libre.

Pocos fueron los que se animaron al asado, aunque se detectaron varios picnics en la zona parquizada. No sucedió lo mismo en la costa ribereña, con muy poca presencia debido a la importante crecida del río que dejó a los cipoleños sin playas aptas para el esparcimiento.

Como suele suceder en estos casos, el mate fue un compañero infaltable en cuanta ronda se formara. Lo mismo que la guitarra, centro de atención de la tarde, con la que algunos precoces músicos supieron ganar la admiración de sus pares y, sobre todo, de personas del sexo opuesto.

Otros, en tanto, optaron por organizar los tradicionales picados. Una pelota y dos pares de buzos, para delimitar los arcos, fue lo único que necesitaron algunos para disfrutar de horas de actividad física y júbilo con sus amigos.

Controles

Personal de las áreas municipales de Tránsito, Transporte y Comercio controlaron durante toda la jornada el ingreso a la Isla Jordán. El objetivo central de las tareas fue garantizar la seguridad de las personas que se acercaran al sector para que la jornada se desarrollase sin sobresaltos.

Por ese motivo es que se pidió la documentación de los vehículos que ingresaban y también se los revisó para detectar si transportaban en su interior bebidas alcohólicas o algún tipo de sustancias prohibidas.

En el bulevar de ingreso fueron colocándose los decomisos realizados. Según señalaron, para evitar problemas, el Municipio impidió la venta y el consumo de alcohol en el lugar. Sin embargo, la idea no fue penalizar, sino garantizar la armonía entre los vecinos, por lo que sólo se retuvieron bebidas, las cuales, al retirarse del lugar, podían ser recogidas para consumirlas fuera del predio.

“Cada botella o elemento que no se permitió su ingreso fue custodiado y se dejó constancia de la identidad de su propietario para que cuando se fuera se lo pueda llevar”, explicaron los empleados municipales.

Parque Rosauer, la segunda opción

Si bien el ambiente fue algo más familiar, una gran cantidad de estudiantes optaron por el Parque Rosauer al momento de disfrutar de su Día.

El céntrico espacio verde contó con una desbordante concurrencia. Las postales se repitieron a la de la zona ribereña, con fútbol, guitarreadas y partidas de truco.

En este caso también se sumaron los rollers, práctica cada vez más popular en la ciudad, principalmente entre las mujeres, aunque muchos varones también se animan.

De parabienes estuvieron los vendedores ambulantes, principalmente los de conos de papas, pochoclos y garrapiñadas, para quienes el sol de la primavera apareció a tiempo.

Donde no sucedió lo mismo fue en el balneario de El 30, sector en el que si bien algunas familias se acercaron a pasar la tarde, el ambiente lejos estuvo de compararse al júbilo estudiantil percibido en otros sectores.

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