Gustavo Salomón, asesor de la Asociación de Expendedores de Mendoza, afirma que contar con un programa de financiamiento accesible, brindaría “un importante espaldarazo al sector”.
Por Gustavo Salomón, asesor de la Asociación de Expendedores de Mendoza
A comienzos del año 2016, y en ocasión de los cambios introducidos en la regulación del mercado de GNC, comenzamos a trabajar con la Asociación Mendocina de Expendedores de Naftas y Afines (AMENA) en acciones que mitigaran el impacto que tales cambios trajeron aparejados.
Es sabido que producto de las nuevas reglas de juego, el mercado del GNC registró una caída en las ventas del sector, de la cual no ha logrado recuperarse aún. En la Provincia de Mendoza, y según datos publicados por el ENARGAS, recién en enero/19 (último dato publicado por la autoridad) se tuvo un crecimiento interanual del despacho de GNC.
Esto motivó la activa participación en mesas de negociación por las condiciones de abastecimiento de las estaciones de GNC, que representaron ahorros considerables en el costo de adquisición del Gas PIST. Ante los incrementos sostenidos de costos, estos ahorros fueron fundamentales para sostener la actividad de algunas estaciones de GNC.
Paralelamente, elaboramos las presentaciones con las que AMENA participó en las Audiencias Públicas convocadas desde el ENARGAS con motivo de la discusión de los Cuadros Tarifarios. En ese sentido, la participación tuvo como eje principal, el aporte de ideas y acciones tendientes a sostener el servicio que brindan las estaciones de GNC y todo lo que ello implica desde el punto de vista social.
También vemos que uno de los problemas fundamentales con los que se presenta el sector en Mendoza, es la cantidad de vehículos convertidos a GNC.
Si bien en los últimos meses la conversión de vehículos tuvo un crecimiento importante, la realidad refleja una caída en la cantidad total de vehículos convertidos a GNC de casi 140.000 vehículos a marzo/2016 (fecha en que se produjeron las principales reformas al sector), a poco más de 118.000 en abril/2019. Esta situación no se ha reflejado en las provincias vecinas de San Luis o San Juan.
Entendemos que en parte tiene que ver con las posibilidades de financiamiento con que cuentan los potenciales usuarios para la compra de equipos de nueva generación. En su concepción, el consumidor entiende que con el ahorro producido por el uso del GNC, durante una cantidad de tiempo que puede ser de alrededor de un año, pueda pagar la cuota del equipo. Hoy esas alternativas están un tanto alejadas.
En principio, porque el ahorro por uso del GNC está en el orden del 45 al 50 por ciento de valor de los combustibles líquidos (nafta súper). Esa relación, en la época de mayor crecimiento del sector que fue durante los años 2002 y 2003, estaba en el orden del 65 por ciento.
Además hoy no se cuenta con un programa de financiamiento para este equipamiento accesible a todo el potencial mercado. Los planes de financiación son acotados, tanto en cuotas como en intereses previstos, lo que genera cierta demora en la toma de esta decisión.
Por eso creemos que el restablecimiento de las condiciones aptas para la conversión, daría un espaldarazo importante al sector.
Otro punto que también debería tenerse en cuenta, es la posibilidad de dar un paso adelante en cuanto a la renovación tecnológica del control de obleas y de equipos de GNC instalados. Es un momento propicio para adoptar algún mecanismo que brinde seguridad a los distintos actores del mercado (usuarios, estacioneros, distribuidoras zonales, entre otros).
Somos optimistas en cuanto a que las posibilidades del desarrollo del sector son ciertas. El aporte de Vaca Muerta da una seguridad en el abastecimiento de GNC. La zona de Cuyo está en condiciones de mantener los niveles de abastecimiento históricos e inclusive puede incrementarse por lo que creemos que se puede producir una recuperación del sector en los próximos meses.
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