Medallas de honor: gran actuación de los atletas santafesinos en los Juegos Panamericanos

Medallas de honor: gran actuación de los atletas santafesinos en los Juegos Panamericanos

Los atletas del departamento La Capital fueron un bastión fundamental del progreso del deporte argentino, que se vio reflejado en Canadá con la obtención de siete medallas. Una muestra cabal de lo que se está gestando en la ciudad y que invita a soñar con un montón de alegrías más en el futuro

Para muchos los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 que finalizaron este domingo fueron sobresalientes. Después de la creación del Enard (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) hace cinco años, el deporte nacional tuvo un crecimiento exponencial que se vio refrendando con títulos y participaciones colosales en todo el mundo. Por eso esta competencia continental en Canadá podría aclarar un poco más el panorama de cara a los Juegos Olímpicos de Río 2016.

En total, la delegación argentina obtuvo un total de 75 medallas (15 de oro, 29 de plata y 31 de bronce) para ubicarse en el 7º lugar del medallero,  muy lejos del ganador, Estados Unidos, que completó su faena con 265. Es verdad que la aparición del Enard cumplió un factor muy importante para que los atletas compitieran en un ámbito de elite y de igual a igual a importantes potencias.

No obstante, habría que diferenciar cantidad con calidad al momento de los logros. Básicamente, porque en la edición anterior de Guadalajara (México) 2011 el total fue el mismo (75), pero las 21 preseas doradas (19 de plata y 35 de bronce) ponen en el tapete quizás un retroceso en los duelos clave. Un tema para no pasar por alto si se tiene en cuenta que en Brasil el año que viene incursionarán todas las potencias del planeta y no solo un tercio como en este caso.

Pero es conveniente trazar un paralelismo, porque acá no necesariamente se mira la cantidad y calidad, sino los lugares donde se obtuvieron réditos. El karate, el taekwondo y la esgrima son quizás los ejemplos más claros del apoyo, habida cuenta de que nunca antes habían trascendido como en esta ocasión. Un punto bien a favor. Asimismo, estuvo la ratificación del remo, responsable en gran parte de la cosecha final, al igual que el hockey sobre césped, pionero y que deja la vara muy alta cuando deben ponerse un techo.

Con los resultados puestos es más fácil trabajar y pensar en lo que se viene. Es verdad que en cinco años tampoco pueden verse significativos cambios, pero sí los primeros indicios de que cosas grandes están por producirse, eso no cabe dudas.

Simplemente habrá que afinar más el lápiz para seguir apoyando a los deportistas (a los del presente y a la camada que viene) con el fin de que la bandera argentina siga flameando en cada lugar donde la superación sea la cita.

La edad de oro

Fueron cerca de 500 los atletas criollos que probaron suerte en Toronto, varios de ellos santafesinos que, con perfil bajo y haciéndole frente al destino, lograron superarse a sí mismos y contribuyeron para dejar al país en lo más alto. Haciendo un minucioso análisis, fueron cerca de 20 los exponentes nacidos en la Ciudad de Garay que dijeron presente y el dato más trascendente es que muchos conquistaron medallas. En pocas palabras, se trasformaron en un eslabón insoslayable del crecimiento.

Todo comenzó con la medalla de oro que conquistó Rubén Rézola junto al rosarino Ezequiel Di Giácomo en el K2 200 metros de canotaje, cortando una sequía de 13 años sin un primer podio para la disciplina (el último había sido Javier Correa en Santo Domingo 2003). Un triunfo más que importante y en un final cerradísimo.

Casi por contagio, el mismo lauro se trasladó a las arenas del Centro de Exhibiciones, donde Giorgina Klug en dupla con la entrerriana Ana Gallay se impusieron en la final del beach vóley a las cubanas Lianma Flores y Leila Flores por 21-17, 19-21 y 15-7 en tie break. A pesar de que no eran las favoritas, las argentinas se basaron en su gran volumen de juego y su actitud insuperable para vencer a grandes oponentes, entre ellas las brasileñas Lili-Carol Horta, a quienes despacharon en semifinales tras un final para el infarto.

Caballero de plata

Cuando nadie lo esperaba, Santiago Grassi se transformó en uno de los talentos a seguir, pese a que por estos lugares ya se sabía de su capacidad. Pero lo real es que en Toronto sacó a relucir lo mejor de su repertorio y, con apenas 18 años (cumple años el próximo 25 de septiembre), dejó en claro que su techo es una grata incógnita. Esto se debe a que, en una actuación formidable, se colgó la medalla de plata en los 100 metros mariposa de natación, con un tiempo de 52”09/100 que, a la postre, le sirvió para echar por tierra con su propio récord argentino. Como dato anecdótico, en la etapa eliminatoria se había quedado con el Heat 2, con un crono de 52”34/100 que le valió para meterse directamente en los próximos Juegos Olímpicos (marca A).

Actualmente se encuentra en Kazán, Rusia, preparándose para el Mundial de natación, que se realizará entre el 5 y el 16 de Agosto. “Hoy el trabajo es un poco más duro psicológicamente que físicamente, ya que terminar un torneo como los Panamericanos con buenos resultados te relaja un poco y, tener que empezar de nuevo y competir a gran nivel en otro campeonato, en tan poco tiempo, genera un estrés más mental que físico”, reconoció el representante del club Unión, que debutará en la cita ecuménica el próximo jueves. 

Además participó Julia Sebastián (también está en Kazán), quien fue 6ª en 200 metros pecho y 8ª en los 100 metros de la misma especialidad.

Salto de calidad

Después de muchos meses en la oscuridad, de persistentes lesiones y magros resultados, Germán Chiaraviglio comenzó su resurgir como atleta de elite mundial al llevarse la presea de plata en salto con garrocha, con un marca de 5,75 metros que constituyen su mejor registro personal y un nuevo récord nacional. 

El representante del club Velocidad y Resistencia quedó detrás del local Shawnacy Barber (5,80 metros) y por delante de los estadounidenses Jake Blankenship y Mark Hollis, quienes compartieron el tercer puesto. En tanto su hermana, Valeria, fue 9ª, al saltar 4,15 metros.

Balas de plata

También inscribió su nombre dentro del medallero la santotomesina Amelia Fournel, quien se llevó la plata en la prueba de Rifle 3 posiciones 50 metros femenino, detrás de la cubana Eglys De la Cruz. Así, a sus 38 años, sacó su pasaporte para los Juegos de Río 2016.

Todos sumaron para crecer

En el pedestal de los elogios quedaron Luciano De Cecco (1º en vóley masculino); Nicolás Bruzzone (plata en seven de rugby); Andrés Monutti y Julián Daszczyk (4º en waterpolo); Josefina Fernández (5º en vóley femenino); Tayavek Gallizzi (5º en básquet masculino); Gabriel Villagoiz (12º en aguas abiertas); e Iván Burtovoy (8º en lucha greco-romana), entre tantos más.

En concreto, Santa Fe fue fundamental en el crecimiento albiceleste, que está en el pico de rendimiento y que irá por más en la cita máxima del deporte mundial que será en la ciudad más popular de Brasil el año que viene. Las ilusiones son incalculables y los sueños hoy están cada vez más cerca de cristalizarse.   

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