Claudio Cordera tenía 51 años y, en el barrio, todos lo conocían como “Chaio”. Era el peluquero más famoso del barrio de la Maltería de Hudson y su local estaba en la misma propiedad que su vivienda. Allí lo encontraron: lo habían matado a golpes. La Policía sospecha que conocía a su asesino, y que habían cenado juntos.
El cuerpo de Cordero fue hallado este lunes en su peluquería, de la calle 55 entre 155 y 156 del partido de Berazategui. Lo habían molido a golpes en la cabeza y, para los investigadores, el crimen se produjo entre el sábado a la noche y el domingo a la madrugada.
Pero el cuerpo fue descubierto recién este lunes, cuando una vecina, al notar que no había abierto la peluquería, llamó a la Policía. La mujer tenía las llaves de la propiedad y fue quien les abrió a los investigadores.
“Estaba vestido con pijama y pantuflas, la cama estaba hecha, con lo cual aún no se había acostado, y en una mesa se encontró una bebida abierta, dos vasos servidos y platos sucios, con lo que se estima que Cordero compartió una cena con quien después fue su asesino”, explicaron fuentes policiales.
Las mismas fuentes descartaron el móvil del robo y se inclinan a la hipótesis de que la víctima no sólo conocía a su asesino, sino que le había dado las llaves de su casa: “La puerta tenía dos vueltas de llave y las llaves de la víctima estaban colocadas en una de las cerraduras, del lado del adentro”.
Para los investigadores, el principal sospechoso es un hombre con el que Cordero se contactó el sábado a las 21, de acuerdo a la información obtenida del teléfono celular de la víctima.
“El sospechoso es un hombre casado que se había mudado unos días a la casa del peluquero, pero luego dice que volvió a vivir con su esposa. Hay una serie de indicios que estamos evaluando y algunas contradicciones en su testimonio”, explicó uno de los investigadores.
La Policía Científica será clave en la investigación ya que de la escena del crimen se levantaron una serie de huellas digitales de los vasos y la botella de cerveza. Los vasos con cerveza también fueron hisopados para poder extraer el ADN de la saliva de las personas que bebieron de ellos.
El caso es investigado por la fiscal Gabriela Mateos de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 descentralizada de Berazategui.
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