Marihuana medicinal, una alternativa que crece en San Luis

Marihuana medicinal, una alternativa que crece en San Luis

Varios la usan para mitigar el dolor generado en dolencias como el cáncer o para atenuar la recurrencia de las crisis epilépticas. Los expertos ven resultados promisorios.

 

Por años la marihuana fue considerada una droga de uso ilegal, que en conjunto con otras, causaban uno de los grandes problemas de la sociedad actual, como son las adicciones. Sin embargo, con el tiempo, la sustancia, que tiene su origen en la planta conocida como cannabis, empezó a pensársela como una alternativa para tratar enfermedades de gran dolor físico y otras como la epilepsia. En San Luis ya hay varias familias que se animan a usarlo.

 

El año pasado el tema tomó  relevancia en todo el país con la media sanción que obtuvo el proyecto de ley que permite la utilización de la marihuana con fines terapéuticos en la Cámara de Diputados de la Nación. La ONG "Mama Cultiva", entre otras entidades, impulsó el proyecto. La asociación, un modelo para muchas madres del país,  se formó el año pasado y luchó por la aprobación. Ellas se animan a tratar a sus hijos con epilepsia refractaria (llamada así porque no responden a los fármacos contra la enfermedad) y, aseguran, notaron resultados sorprendentes. Señalan que con un par de gotas por día de aceite de cannabis, vieron reducidos los “ataques” o “crisis epilépticas” de sus hijos de cientos por día, a sólo un par por semana.

 

Generan su propio aceite casero, con una sustancia que aguarda su aprobación. La alternativa legal actualmente es el tramite de “uso compasivo”, que permite la Administración Nacional de Medicamentos Alimentos y Tecnología Medica (Anmat). El ente gubernamental autoriza, con un receta previa del médico, la importación de frascos de aceite de cannabis de los Estados Unidos.

 

El Diario de la República consulto a diversos especialistas de la provincia y el país por el uso terapéutico de la marihuana, quienes admiten que algunos casos sus resultados son positivos. Igual dicen que aún faltan investigaciones de mayor profundidad para poder decir que la marihuana es 100% beneficiosa para enfermedades relacionadas al dolor y la epilepsia refractaria.

 

La droga tiene dos principios activos: THC y CBD. Los estudios que se han realizado, algunos bordeando la ilegalidad, otros en países que hace tiempo permiten el uso medicinal como Canada que lo hizo en 2001, muestran que el THC (Tetrahidrocannabinol) puede tener efectos analgésicos en enfermedades de gran dolor como la fibromialgia, artritis reumotidea, osteoartitris, secuelas del ACV y el debilitamiento por VIH y cáncer avanzado. El CBD (Canabidiol), en cambio, ha reducido en múltiples casos los ataques de la epilepsia refractaria y ya hay gente que se anima a tratarlos con pacientes autistas.

 

¿Podrá el Estado, tanto provincial como nacional, controlar una sustancia como la marihuana para su uso medico? ¿O sucederá como en Uruguay donde el control del Estado quedó en promesa y aún está en veremos la producción y venta gubernamental?

 

Mientras el debate en el Senado de la Nación aguarda, en  provincias como Chubut, Salta, Neuquén y Santa Fe ya se aprobaron leyes para incluir el cannabis en el recetario provincial. En San Luis, el diputado Daniel González Espíndola, del Frente para la Victoria, presentó un proyecto, que está en análisis. Sin embargo, algunos puntanos ya se valen del cannabis. La posibilidad de poder reducir las crisis epilépticas o mitigar los fuertes dolores provocados por el cáncer, los anima a probar la marihuana. La ciencia médica y los pacientes se adelantaron al poder político. Los defensores del cannabis para su uso medicinal dicen que con un correcto control y una profunda investigación científica, podría convertirse en un nuevo medicamento en el botiquín de los argentinos.

 

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