Guido Berro, el encargado de realizar el último informe forense sobre el crimen de Luna Lola Chomnalez, dijo a la prensa uruguaya que "el homicida o los homicidas no intentaban necesariamente darle muerte" a la joven argentina.

Los estudios hechos por el especialista fueron entregados el pasado jueves en el juzgado de Rocha y ya forman parte de la causa. En declaraciones al diario El Observador, Berro sostuvo además que "por la forma en la que fue asesinada, no se puede afirmar si los atacantes fueron uno o dos".

Además, en base a las pericias realizadas, Berro descartó que el móvil del homicidio haya sido sexual: "Hay que pensar en otras hipótesis", indicó.

El crimen de Lola Chomnalez, de 15 años, ocurrió a fines de diciembre en la localidad balnearia de Barra de Valizas, Uruguay, donde la joven pasaba sus vacaciones junto a su madrina, Claudia Ciardinik, y el marido de ésta, Hernán Tuzinkevich. Ambos habían denunciado su desaparición dos días antes del hallazgo.

El cuerpo de la chica fue encontrado el 30 de diciembre. La autopsia reveló que Lola fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente o un puño. Su cadáver presentaba además tres cortes superficiales en el cuello, que no fueron los que le provocaron la muerte, sino que fue asfixiada contra la arena.

El diario El País informó que un adolescente de 14, que junto a sus hermanos encontró a la joven muerta, declaró en la Justicia que había un dibujo en la arena con el nombre de Lola. "Decía Lola y Vero con unos corazones en letras gigantes", describió.

"Del cartel al médano habrían unos cien metros, ésto lo vieron mis hermanos, mi padre no lo vio", indicó el chico, hijo del artesano que dio aviso del hallazgo.

Consultado sobre si en la zona conocía a alguna chica que llamaran Vero, dijo que no. Y añadió: "Hay una mujer grande que trabaja en un almacén".

El viernes se supo que la Justicia uruguaya citó para el próximo lunes a los padres de Lola Chomnalez, Diego Chomnalez y Adriana Belmonte, y también a un amigo del hijastro de la madrina de la joven, a su madre y a su hermana, para que declaren como testigos en la causa.

Por el momento, se cotejaron los ADN de los 13 indagados con la sangre encontrada y no se encontraron coincidencias.