Una persona detrás de la otra. Una fila infinita en movimiento. Un colectivo que se moviliza al son de las quejas y del “¡tres portatarjetas por tres pesos!”. En nuestra capital, un fenómeno se convirtió en el protagonista diario de una escena citadina que se hizo costumbre ‘a la fuerza’. Los usuarios del transporte urbano y los vendedores ambulantes ya son un clásico en la cuadra de Muñecas al 400.

“Nosotros, los pasajeros, somos muy disciplinados. Al principio la furia nos caracterizaba, pero pasó el tiempo y nos acostumbramos o nos acostumbraron a hacer cola a la fuerza. El Gobierno prometió tarjetas en los barrios, y nos mintió. Prometió que nos las iban a llevar a nuestras casas, y nos volvió a mentir. Prometió prepagas, y le creímos otra vez. Como nos gusta vivir mal, nos vamos a quedar en el molde, porque el ‘nada va a cambiar’ siempre gana”. Con esta reflexión, Marcos Díaz, un obrero de la construcción de 60 años manifiesta su malestar.

No aparecen

“El viernes llegaron 10.000 prepagas y se estima que habrá 50 puntos de distribución habilitados por Atos, una vez que incorporen las agencias de quinielas y supermercados“, expresó el subsecretario de Planificación Urbana, Luis Lobo Chaklián. El funcionario no precisó cuáles serían los centros de venta porque la concesionaria no remitió un listado formal al municipio.

Responsabilidad

Con respecto al cobro irregular de las recargas realizado por algunos comerciantes, manifestó que la municipalidad capitalina no se responsabiliza por la comercialización del medio de pago. “La distribución y comercio de la Tarjeta Ciudadana es exclusiva responsabilidad de la concesionaria. Atos es la que arregla con los kiosqueros”, declaró.

De las críticas realizadas por los usuarios y empresarios del transporte sobre las fallas en la distribución de la Tarjeta Ciudadana, el funcionario aseguró que cuando el sistema esté ordenado, se van a sentir las ventajas del plástico y prometió: “Habrá cajeros automáticos habilitados para realizar recargas, se podrá comprar a través de tarjetas de crédito, por mensajes de textos se sabrán los horarios y coordenadas de los colectivos a través de un moderno sistema asistido por GPS y cada parada tendrá un display que informará a los usuarios sobre el estado del servicio”, señaló Lobo Chaklián.

En contraste, la usuaria Raquel Vega, una jubilada que vive en el barrio El Cruce, no está satisfecha. “Hace una semana que presenté mi formulario en Junín 58 pero el correo no apareció. Me dijeron que en 72 horas llevarían la tarjeta y nada. Cansada, me vine a tramitarla aquí –por Muñecas 426, donde toda la mañana se sucedieron colas que pasaban la media cuadra. El gobernador no hace nada y nos hunde cada día más. No piensa en el pueblo”, protestó la vecina.