Lauren Stephens (Tibco) fue la dueña absoluta de la contrarreloj y pasó a comandar las acciones en la general de la segunda edición del Tour Femenino. La estadounidense hizo un tiempo de 18'12" para recorrer los 12,8 kilómetros de la etapa que se disputó en El Durazno. El podio lo completaron la Xiraya Alison Tetrick y la brasileña Ana Polegatch.

Fue una jornada de alto vuelo emotivo. Hubo condimentos para todos los gustos. El uno cambió de dueño permanentemente y las cronometristas salieron con todo para modificar el destino de la carrera.

Esta vez el clima estuvo más benévolo con las chicas, el sol estuvo escondido en toda la tarde y el calor fue más llevadero que las otras jornadas.

Todas sabían que esta era una etapa que iba a marcar una tendencia. Así fue. Las 108 pedalistas salieron decididas hacer la crono de su vida, porque ya el Tour entró en la parte decisiva.

Mariela Delgado, la misionera del Bianchi-Peugeot-, estuvo líder unos minutos, hasta que Daiana Morettini le sacó ese lugar, pero esto sucedió hasta que Cristina Greve salió a rodar, la correntina pasó al frente, pero perdió ese lugar con la sanjuanina Inés Gutiérrez, que a pesar de no venir con la preparación del año anterior, hizo una buena contrarreloj. Pero las manos de los fanáticos quedaron rojas de tanto aplaudir cuando Valeria Muller se adueñó del uno, no era para menos, la santafesina de Esperanza tiene 27 títulos argentinos y es una de las mimadas de los amantes del deporte pedal.

Mientras todos miraban asombrados a Valeria, por la ruta venía con grandes parciales la Xiraya Carla Álvarez, que cuando cruzó la meta le dijeron que era la dueña del uno. Duró poco el puesto de privilegio, porque ahí nomás Alison Tetrick -otra Xiraya- metió un tiempazo y se adueñó de la gloria parcial. No faltaba casi nada. Pasaron más de treinta ciclistas y nadie podía mejorar lo realizado por la Xiraya. Faltaban sólo diez pedalistas. Las sanluiseñas acariciaban el primer lugar, pero como por arte de magia, la dorsal 101 del Tibco, Lauren Stephens, metió otro gran registro, y por centésimas dejó a Tetrick sin la etapa.

Fue una jornada de alto vuelo emotivo. Hubo condimentos para todos los gustos. El uno cambió de dueño permanentemente y las cronometristas salieron con todo para modificar el destino de la carrera.

Muchas repitieron la gran actuación del año anterior. Otras no pudieron mantener esa regularidad. Y otras dieron la grata sorpresa para darle un vuelco radical a una prueba que tiene a las mejores de América y varias figuras de Europa.

Hoy empezó una nueva carrera. Las cronometristas y las escaladoras esperaban este momento, porque con la contrarreloj y la montaña de hoy, la prueba será distinta y las que sufrirán el desenlace serán las sprinter, que disfrutaron los dos primeros días, pero ahora llegó el turno de sus rivales.

Ahora el Tibco deberá trabajar para Stephens. Hoy llega el turno de la montaña y las estadounidense deben llevar a rueda a Loren para que mantenga la malla líder. Las Xirayas de San Luis deberán salir a atacar para pasar al frente de la general individual. El duelo va a ser sin cuartel. Kristal Doebel, 15º en el clasificador, defenderá a su compañera Stephens. Carla Alvarez, Bárbara Frisch y Lex Albrecht cuidarán a Tetrick. Cuatro Xirayas contra dos estadounidense. Linda pelea por el poder.

Las chicas dejaron bien en claro que quieren la gloria. Después de tres jornadas a pedir de Hannah Barnes, la cima cambió de dueña. Se terminó la hora de las rapiditas y ahora llegó el turno de las que tienen más resistencia.

Stephens manda, pero sabe que ahí nomás, la tiene a Tetrick. Pero las sanluiseñas tienen una pequeña ventaja, entre las diez primeras cuenta con tres chicas que escalan bien: Alavrez, Albrecht y Frisch.

El Tour está apasionante y las chicas prometen un final de bandera verde.