El ladrón de bancos y blindados que casi se mata en un choque

El ladrón de bancos y blindados que casi se mata en un choque
Mario Enrique Bañera (40), uno de los 13 presos que se escapó hace una semana del penal de Ezeiza y sigue prófugo, era una “fija” de la Bonaerense cuando un robo salía publicado en los grandes medios nacionales. Mario era, como se dice en la jerga, “ carteludo ”: un delincuente con antecedentes de grandes asaltos a bancos y blindados.
Por eso lo buscaban cada vez que necesitaban hacer allanamientos rápidos, para mostrar que estaban trabajando en la búsqueda de los autores del robo.

Hoy, los que lo conocieron, en la cárcel y en libertad, están sorprendidos: se preguntan por qué no se habla nada de su carrera delictiva.

Bañera había sido detenido en 2012 por tenencia de armas. Pero no era un preso cualquiera. Tenía pedido de captura por un hecho mediático: el intento de robo de un camión de caudales del Banco Provincia que transportaba más de 20 millones de pesos, donde hubo dos policías muertos y otros dos heridos.

Fue el 23 de noviembre de 2010 en la Panamericana, entre Garín e Ingeniero Maschwitz.

Además, Bañera tendría otras dos causas en Capital Federal. Por eso se encontraba detenido en Ezeiza, un penal federal. Siempre vivió en la zona de Moreno.

También conocido con el apellido Bagnera, estuvo ligado a la familia Guardo. No tanto a Diego Gabriel “el Sucio” Guardo, muerto en un tiroteo con la Policía en febrero de 2011, que lo buscaba por el mismo hecho que a Bañera. Pero sí con su padre, César “El Chivo” Guardo. Eran de la misma camada, los mayores, los líderes de la banda.

También se dice que Bañera tendría contactos hasta con la SIDE. Y con la Bonaerense. De hecho, en la causa del blindado fueron detenidos tres policías bonaerenses que habrían entregado el dato a la banda y habrían participado en la planificación del fallido robo.

Pero se comenta que en Ezeiza no tenía relación con los penitenciarios.

Sus compañeros lo describen como un preso “raro ”. Porque a diferencia de la mayoría de sus colegas, en la cárcel se distanció de uno de sus grandes ‘socios’: “El viejo Dani”, un marcador de salideras en la zona de La Plata. Habían estado juntos en el “3B” Ezeiza, del que se fugaron 13 presos y sólo fueron recapturados 3. No se habían peleado, pero no tenían relación. “Dani” también tenía llamados con la familia Guardo en la semana previa al hecho del blindado.

A pesar de eso era visto como “un picantón”.

Por eso estaba alojado en el pabellón B del Módulo 3, sector conocido como “la villa”. Allí todo es más rígido y se alojan los internos de peor conducta; los que viven sancionados. Las celdas individuales se cierran más temprano que en otros módulos.

“La requisa entra casi todos los días a ese módulo por lo conflictivo que es.

Es imposible que no hayan visto el túnel”, dice un interno que hoy está en Devoto pero que estuvo por allí. Y agrega: “ A los que ingresan ahí los orinan y se viven peleando a puñaladas. La gestión de (Víctor) Hortel había iniciado actividades por primera vez”.

Pero Bañera siempre vive al límite. Ya había aparecido en los diarios, y no por un robo. En 2009 sufrió un grave accidente en Curuzú Cuatiá, Corrientes. Se cree que viajaba al santuario del Gauchito Gil. Iba en un Peugeot 307, con su mujer y su hijo de 13 años. Al parecer, tiene un santo que lo protege.

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