En un partido muy luchado, donde le costó imponer su juego y chocó contra un árbitro que inclinó la cancha para su rival, Kimberley igualó sin goles ante América de Piran y tuvo como saldo positivo que sigue sumando, que se mantiene como líder de la Zona 4 del Torneo Federal B y que continúa invicto en condición de local, al finalizar la primera rueda. Más allá del rendimiento, que no fue el ideal, quedó mucha bronca con el dolorense Pedro Tormey y un arbitraje muy flojo.

 

Salió con todo América, al minuto nomás le ganó Rivas a Solaberrieta, se metió al área por la derecha y metió el buscapié cruzado que por centímetros no alcanzó a empujar al gol Ezequiel Petti. El conjunto de Pirán empujaba y no dejaba salir cómodo a Kimberley, que mostraba otra cara cuando pasaba la mitad de la cancha, con jugadores que prevalecían desde lo físico.

 

El partido era equilibrado, sin un dueño absoluto del trámite. Los dos equipos cambiaban el ritmo cuando pasaban la mitad de la cancha y parecía que podían lastimar. A los 13’, tuvo la apertura del marcador Junior Ischia, que recibió afuera del área la pelota picando y remató por encima del travesaño. La visita era más incisiva cuando aceleraba y Rivas obligó a una buena intervención de Morata, después de un disparo cruzado que el “1” despejó con su pierna derecha.

 

En esa primera etapa no pasó más que eso. Un juego muy cortado, con América enfriando el partido y no permitiendo que Kimberley imponga su ritmo. Por eso, llevaron el trámite al lugar que ellos pretendían y se fueron al descanso con el marcador en blanco.

 

La tónica no cambió demasiado en el arranque del complemento. Los primeros 5’, el “dragón” pareció pararse más adelante, pero América trabó el partido de nuevo y todo volvió a ser como la etapa inicial. Otra vez comenzaron a lastimar Rivas y Petti, que perdieron una clara ocasión. A los 10’, recibió el “tanque” ingresando por izquierda, gran tapada de Morata y Solaberrieta sacó casi sobre la línea cuando se aprestaba a definir el balcarceño.

 

Los minutos corrían y, al igual que en la primera mitad, se olvidaron de los arcos. América hacía su juego y Kimberley caía en el nerviosismo de no poder mostrar su mejor versión, sin lograr manejar la pelota y sin encontrar la fórmula para llegar hasta el arco de Álvarez. Encima, el arbitraje del dolorense Tormey fue empeorando cada vez más, cobrando cada dividida para la visita, y enardeciendo a los de Kimberley que estaban dentro y fuera de la cancha.

 

El empate final en cero terminó siendo justo, en un partido que no fue bien jugado, en el que el local no pudo hacer su juego y América se llevó lo que vino a buscar, mostrando que es un rival duro, con jugadores de mucha experiencia y un técnico que conoce muy bien la categoría.