Juegos Olímpicos y otra mirada

Juegos Olímpicos y otra mirada

Por: Karina Simone*

Año 776 A.C. se disputó el primer Juego Olímpico de la historia de la humanidad.  Forjado por los griegos, civilización que ayudo al desarrollo y formación de la cultura occidental, para los que el proceso educativo era insuficiente sin la educación física. La formación del individuo debía alcanzar el equilibrio entre 3 aspectos: físico, moral y espiritual.

En aquella época se realizaban cada 4 años en la ciudad de Olimpia. Para los griegos eran importantísimos. No se aplazaron por guerras. Duraban una semana y todo era en honor a Zeus –padre de todos los dioses y del hombre-. Los atletas eran héroes y el mayor galardón para el ganador consistía en recibir una corona de olivo o de laurel, más allá de que la ciudad a la que representaban los deportistas les dieran una pensión o los liberaran de pagar impuestos. 500 años después, Grecia fue anexionada en su totalidad por Roma.

6 de abril de 1896 la llama olímpica vuelve a Grecia a la ciudad de Atenas.  Ese día fue en el que un soñador el barón Pierre de Coubertin,  para quien todo sueño podía hacerse realidad, refloto para el mundo el 1º Juego Olímpico de la Era Moderna. Para este gran ser humano, al que tantos momentos debe la humanidad, el interés no sólo era fomentar el deporte a escala mundial con fines educativos sino que pretendió impulsar las relaciones pacíficas entre las distintas naciones. Fomentando un espíritu de superación personal, juego limpio y sana competencia –los 3 eslabones del espíritu olímpico-.

Del Juego Olímpico de 1896 formaron parte 245 deportistas de 15 países. En el segundo, del 1900 participarían por primera vez las mujeres y con el correr de los años hasta la actualidad, también se mantuvo la tradición de llevarlos a cabo cada 4 años, se ha llegado a la participación de más de 200 países del mundo.

Asimismo, se han incrementado la cantidad de disciplinas de las que pueden participar los deportistas y su gran mayoría han dejado de ser aficionados  para ser profesionales que ganan fortunas como en el tenis, fútbol y  baloncesto.  Distinto a los deportes amateurs.  

A horas de que el baluarte, llama olímpica, sea encendida en el pebetero de Río de Janeiro, Brasil. Signo que dará oficialmente el inicio del Juego Olímpico número 28 de la historia modernas sólo interrumpidos con las guerras de 1914, 1940 y 1944. Este juego tiene algo en especial que no debería pasar inadvertido y que son detonante de sensaciones en cuerpo, mente y alma que deseo compartir. Será el primer Juego en el que formarán parte 10 deportistas refugiados: el primer Equipo Olímpico de Atletas Refugiados de la historia. Se conforma de 2 nadadores sirios, 2 judocas de la República Democrática del Congo, un maratonista de Etiopía y 5 corredores de media distancia de Sudán del Sur.

Este pequeño y gran gesto del Comité Olímpico Internacional por lo menos dignifica la realidad por la que atraviesan en el mundo actual 59,5 millones de personas que se han visto obligadas a huir de sus hogares a causa de los conflictos y la persecución.

Refugiados uno de los grandes problemas que acecha la humanidad. La que organismos internacionales y gobiernos no saben cómo solucionar. La que ciudadanos con todas las comodidades no lo ven como su problema o lo que es peor, en otros su egoísmo los lleva a pensar que ojala en su país no se brinde asilo y oportunidades de cambio. Han pasado sólo unos meses de cuando la fotografía del pequeño Aylan Kurdi, el niño sirio de 3 años, recorrió el mundo en pocas horas causando gran conmoción. El pequeño sin signos vitales que apareció en la orilla de Turquía y avivó la polémica en torno a la crisis migratoria que enfrenta Europa. Que el resto de los países del mundo, también, puede colaborar para subsanar.

Compromiso mundial y ciudadano de no aceptar como normalidad el hecho que durante el año 2015 hayan fallecido 3406 personas en el Mediterráneo y en lo que ha transcurrido del 2016 ya se ha superado el número de 4000. Son personas y familias que se desintegran. Que dejan todo literalmente, que si sobreviven a una balsa o a horas de caminatas esperan oportunidades en fronteras en campos de refugiados muchos en pésimas condiciones y tantas otras realidades que solo cada uno sabe padece.  Aylan Kurdi mostró lo peor de la existencia humana. Pero al conocer la historia de cada uno de los 10 deportistas refugiados, que competirán en Río contrapone, si bien es aún muy poco lo efectuado, una gran esperanza de cambio en el campo que aún queda mucho por cosechar.

De los 10 elijo a Yusra Mardini de 18 años. Nació en Siria y competirá en los 200 metros libres. Esta joven subió a una frágil embarcación con otras 20 personas para intentar escapar de su país natal con 4 años de guerra civil permanente. Mar abierto y a la deriva frente a la costa de Turquía la embarcación comenzó a llenarse de agua. Ella junto a su hermana Sarah se lanzaron al agua sin dudarlo para intentar alcanzar la costa griega nadando. Este instinto de supervivencia es ya admirable, pero estas heroínas lo hicieron remolcando la embarcación, puesto a que muchos de sus integrantes no sabían hacerlo. El recorrido no termino alcanzando la costa de Lesbos. Prosiguió emprendiendo la ruta hacia el norte de Europa con un grupo de solicitantes de asilo, recurriendo ocasionalmente a traficantes de personas. Finalmente, en septiembre de 2015 -mismo mes que murío Aylan junto a su hermano y mamá quedando sólo con vida y desolado el padre de la familia-, Yusra recibió asilo en Berlín, Alemania donde entrena en un club local.

La nadadora ha declarado “quiero servirles de inspiración” a todos los refugiados. Esta joven ya ganó la corona de olivos. Ha alcanzado a la fuerza el equilibrio entre los 3 aspectos que mencionaban los griegos: físico, espiritual y moral.

Son los juegos en los que ningún atleta ruso podrá participar como sanción por dopaje de muchos de ellos –las pruebas anti-dopaje fueron introducidas en los Juegos de México 1968-. Son los Juegos en los que un nuevo tipo de guerra subyace: la terrorista.   

Frente a estas 3 realidades nocivas (dopaje-terrorismo-refugiados) se encenderá la llama. El fuego que representa en contraposición el espíritu de superación personal, juego limpio y sana competencia –los 3 eslabones del espíritu olímpico a los que se refería Coubertin- de todos los deportistas que han logrado llegar por sus meritos a Río de Janeiro.  No hay mayor honor que llevar la camiseta nacional. Desfilar en el Estadio Olímpico. Compartir la fraternidad en la villa.

Sólo cada uno de los que participa sabe cuánto le costó llegar hasta ahí y cuanto debió dejar de lado como momentos con amigos y familia. Por eso felicito en lo personal a dos seres maravillosos que  conozco Maria Peralta y Mariano Mastromarino participarán en maratón. Belen Casetta 3000 metros con obstáculos y entrenadores Leonardo Malgor-Daniel Diaz. Todos marplatenses.

Por último, en la infinita circularidad del mundo y especie humana, creo que cada uno debe seguir su camino tomando sus propias decisiones pero hay 3 cosas que están grabadas a fuegos resplandeciendo como la llama olímpica: la mayor alegría no son las que gozamos nosotros mismos, sino la que procuramos a los demás; el mayor coraje no es enfrentar nuestros problemas sino la no indiferencia de los ajenos; lo más importante que deja el deporte en el hombre no es ganar sino esforzarse día a día para conseguirlo.

* Licenciada en Comunicación Social.

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