Marga, de 73 años llegó desde Santa Lucía a las 9 en punto. Junto a su equipo se calzó la remera amarilla y empezó la entrada en calor. Fueron necesarios varios minutos de precalentamiento para que el cuerpo estuviera en condiciones.
A pesar del frío de la jornada, que hizo pensar a los organizadores que el encuentro podía fracasar, hubo más de 120 adultos mayores reunidos en el predio capitalino. Así, en un extremo del lugar, algunos abuelos jugaron al tejo, mientras que casi en el centro del espacio verde, la red de vóley y una soga formaron la cancha donde los equipos disputaron partidos de newcom (vóley adaptado). Además de estas disciplinas los participantes (mayores de 60 años) hicieron competencias de sapo, y tenis de mesa. En estas actividades, los festejos y los gritos de aliento contrastaron con la tranquilidad de los que compitieron en ajedrez. Además de los momentos deportivos, los abuelos aprovecharon para compartir largas rondas de mate y charlas. Después hubo sorteos y baile.
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