Juan Pablo Baggio quedó procesado y su padre fue imputado y citado a indagatoria

Juan Pablo Baggio quedó procesado y su padre fue imputado y citado a indagatoria
El juez de la 9ª Instancia de Rosario, Javier Beltramone, decidió procesar a Juan Pablo Baggio por encontrarlo probable autor del delito de encubrimiento agravado en la investigación del crimen de Julio Bereciartu.
Casi ocho meses debieron transcurrir para que el magistrado resuelva sobre la situación judicial del joven de 26 años que viajaba como acompañante de Julio Bereciartu el trágico 10 de octubre del año pasado, cuando fue asesinado frente a la Terminal de Ómnibus de Rosario.

Diario El Día tuvo acceso a la resolución que tomó Beltramone, donde el magistrado consideró que “Juan Pablo Baggio ha mentido y su coartada es francamente inconsistente e insostenible, carente de toda lógica y credibilidad”. Cree firmemente que el joven llegó a Rosario con Bereciartu, directamente a la financiera Rosental, donde hicieron una operación no reportada por la firma, y que posteriormente fueron víctimas de una salidera.

El primer análisis del ocultamiento de información que se le reprocha a Juan Pablo Baggio resulta de sus propias declaraciones durante la instrucción, “las que no solo aparecen mendaces, sino francamente contradictorias, contradictorias entre sí y contradictoras con el resto de los testigos”.

El joven relató que el día de los hechos viajaba de acompañante en la camioneta de su padre, la cual era conducida por su amigo Julio Bereciartu. Dijo que a la altura de la Terminal de Ómnibus, la camioneta paró por el semáforo y escuchó una explosión del lado del conductor y gritos como “dame algo, dame algo, dále, apuráte” y que ve a un muchacho con un casco negro en su cabeza. Relató que Bereciartu le da su campera y que sale en la moto a toda velocidad. No pudo precisar si posterior a ese hecho la camioneta sigue derecho o dobla, que luego avanzan una cuadra y frenan, y es ahí donde Julio le dice que le habían pegado un tiro.

El análisis

Para Beltramone, esta primera secuencia de hechos que describe, ya aparece insuficiente. “La mecánica de los sucesos es la que torna insostenible este discurso”, se manifiesta en el inicio de los considerandos.

El Juez se pregunta: “¿es posible que dos personas en una motocicleta y con un arma calibre 9 mm decidan disparar y al ingresar dentro de la camioneta, en un instante que saben es corto, digan solamente ‘dame algo’ y que ese ‘algo’ sea cualquier cosa?”.

“Lo que se infiere es que hubo un forcejo por algo que había que evitar, algo grande, evitar el robo posiblemente de una gran suma de dinero, y luego el disparo fatal ante una resistencia no pensada por el agresor y que lo colocó en una posición de peligro, por ello dispara agachado desde la puerta, con su arma sobre el pecho de Bereciartu y desde abajo hacia arriba. Por ello miente el imputado. Julio Bereciartu nunca le dio una campera, si así hubiere sido, no hubiera existido un segundo disparo. El asesino toma la campera, aún en la creencia de que pudo estar el dinero y escapa en la moto junto a quien conducía, descartándola después”, prosiguió.

Baggio dijo no haber escuchado el segundo disparo, el letal para Bereciartu, aunque esto se cree que es muy difícil. En su indagatoria relató que luego de que se va el asaltante, avanzan una cuadra y frenan y ahí Julio le dice que le habían pegado un tiro. “Nuevamente miente”, expuso el Juez y señala el testimonio de una persona que contó que luego de los disparos la camioneta empezó a zigzaguear por calle Santa Fe.

Por este dato aportado por un testigo, cobró fuerza la declaración de Virginia Veronesi , que testimonió que el día del velorio de Bareciartu, Juan Pablo Baggio le dijo que “cuando Julio se desvanecía, pudo tomar el control de la camioneta para frenarla, estaba asustado porque la gente se les venía encima para robarle todo”. “Este detalle muestra nuevamente que Baggio miente”, dice el considerando.

La llamada

Un testigo aseguró que, una vez producido el hecho, vio a “un joven bajar de la camioneta hablando por teléfono a la vez que hablaba con el conductor”. Juan Pablo dijo en su declaración que a la primera persona que llamó es a su padre, “con la inverosímil y absurda justificación” para que le llamara una ambulancia.

“¿Su amigo está gravemente herido, en un hecho violento, y lo primero que hace es llamar a su padre que está en otra provincia? ¿Es razonable que el primer llamado sea a su padre que estaba en Entre Ríos y que este pida una ambulancia? ¿A qué centro asistencial llamaría en Rosario, a cuál centro de emergencias? ¿A qué dirección mandaría la ambulancia? Juan Pablo Baggio no conoce la ciudad de Rosario, cómo llamar a alguien para decirle que mande desde otra provincia una ambulancia a una dirección de otra ciudad que obviamente no sabe. ¿No es esperable otra conducta, como buscar ayuda o llamar a una ambulancia, o pedirle a alguien que lo haga? ¿Por qué llamar antes que nadie a su padre?”, se preguntó Beltramone.

Continuó: “¿por qué jamás se desprendió del lado de la camioneta? ¿Por qué dejó solo a su amigo? Siquiera intenta acompañarlo en la ambulancia, siempre estuvo cerca de la camioneta”.

Juan Pablo dijo que fue la Policía la que le dijo que tuviera cuidado porque la gente se iba amontonando. “Un dislate. La policía jamás señaló ningún tipo de disturbio serio, más allá de lo ocurrido. Es cuanto menos faltó al sentido común querer justificarse, porque dentro de la camioneta estaba su billetera, la “matera” y algunas prendas de ropa; un verdadero dislate, mientras la persona que lo consideraba su hijo, moría desangrado”, opinó contundente.

Rosental

El joven acompañante de la víctima aseguró que el destino de ambos era recorrer unos campos en Victoria. No hay una sola comunicación telefónica registrada de Bereciartu ni de Baggio hacia Entre Ríos en la hora aproximada de tomar la decisión de viajar desde Victoria a Rosario.

Lo razonable – según lo expone Beltramone – hubiera sido avisar que harían un programa fuera de lo habitual. “Bereciartu es una persona con familia, y razonablemente si alguien decide cambiar su destino, avisa. La esposa actual de Bereciartu jamás dio cuenta de semejante cambio, el destino fue siempre Rosario. Rosana Irungaray dijo en Diario El Día que Julio le informó la mañana del 10 de octubre que viajaba a Rosario, ella “sabía que su marido estaba inscripto en la firma Rosental”.

La camioneta permaneció en el estacionamiento que da al ingreso interno de la financiera rosarina, “esto es un hecho probado”, afirmó el magistrado. “Baggio vino a Rosario con Bereciartu, directamente a Rosental, hicieron una operación no reportada por Rosental y fueron seguidos, lo demás se conoce”, agregó.

La resolución

“El accionar de Juan Pablo Baggio tuvo consecuencias necesarias en la investigación, habiendo con su accionar entorpecido la presente investigación”, resolvió el Juez rosarino y decidió llamar a indagatoria a su padre, Pablo Rufino Baggio, alias “Pino”, porque “se establece la sospecha bastante de haber sido quien inició el desvío de investigación a través de comunicaciones telefónicas, ocultando datos esenciales para encubrir el hecho investigado”. También resolvió la misma medida para el titular de la empresa financiera.

Para la Policía dejó un párrafo aparte, donde solicitó determinar responsabilidades por la “paupérrima actividad instructoria” que “en un hecho de homicidio ocurrido a plena luz del día frente a cientos de personas, solo logró – entre otras magras evidencias – recolectar cuatro testigos”.

“Un gran tirón de orejas”

Virginia Veronesi, la ex esposa de Julio Bereciartu y madre de sus dos hijos mayores, manifestó que “en realidad debemos decir que nos alegra la noticia – entre comillas -, porque algo de esclarecimiento, de verdad aparece. Digo entre comillas – aclaró -, porque no se recupera a Julio, pero algo de justicia se logra. Tal vez se hubiera podido evitar todo este tema si se hubiese hablado de entrada, como pedía tanto el hermano de Julio a Juan Pablo y a su papá”.

Destacó luego la labor hecha del juez Javier Beltramone. “Sabemos que se ha jugado mucho en esta causa, que la ha tomado como propia, nos ha acompañado, ha entendido mucho a la familia de Julio”.

Virginia recordó el dolor con que hace meses escribieron una carta pidiéndole a la familia Baggio que hablaran lo que habían callado. “Debo rescatar que el único diario que lo publicó fue diario El Día, El Argentino se negó a publicar aduciendo que lo nuestro era ofensivo y demás. Hoy, este procesamiento no deja de ser un gran tirón de orejas hacia Juan Pablo para que diga cómo fueron las cosas”, expresó.

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