Según el último balance contable, correspondiente a 2011, el Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) gasta más de 6 millones de pesos anuales en alquileres, de los cuales cerca de una cuarta parte va a inmuebles y el resto a rodados y equipamiento. La suma implica un incremento por este concepto del 43 por ciento respecto del año anterior. En total, el organismo requiere unos 160 millones de pesos por año para funcionar.

En el último período, el ISSN descentralizó su atención en la ciudad e incorporó dependencias externas a la sede central, lo que elevó el gasto en movilidad y mantenimiento de inmuebles. El último balance oficial del organismo indica que se destinan 1,3 millones de pesos anuales en el alquiler de inmuebles y 4,8 millones en alquileres de mobiliario, autos y equipos.

Además, el Instituto gasta 1,6 millones de pesos al año para facturas de luz, gas y agua; 2,5 millones para telefonía y comunicaciones; más otros 1,3 millones en viáticos y movilidad. En sueldos, se van cerca de 115 millones de pesos. Con lo cual, el organismo requiere en total más de 160 millones de pesos para funcionar, el triple de lo que demandaba en 2007.

Hoy, además de la torre de Buenos Aires 353, la institución sostiene otros 10 edificios en la capital neuquina, entre los que se encuentra el jardín maternal Sonrisas, una oficina para Arquitectura y Seguridad e Higiene, un departamento para Derivaciones; la nueva sede de la Casa de la Prevención, dependencias barriales y centros de atención para turismo, salud mental, oncología y farmacia. Se le suman otros 35 edificios turísticos y asistenciales en otros puntos de la provincia y el país.

Para los empleados del ISSN, esta ampliación implica en realidad “un vaciamiento”, según explicó Inés Quinteros, delegada sindical por ATE. “Nosotros creemos que estos gastos en alquileres son superfluos, porque hubo edificios que llegaron a estar hasta un año sin ocuparlos, como la farmacia de San Martín de los Andes, y se toman las decisiones sin dar información a los consejeros gremiales”, indicó.

Planteó que, para el sector gremial, “el Instituto se administra mal y otra muestra de eso es que desde que llegó (el presidente Marcelo) Berenguer se triplicó la planta de personal, de 600 a 1.500 empleados, y la mayoría ingresó como asesor político, con Categoría 24”. Añadió que “otro ejemplo es la contratación de 10 arquitectos cuando el ISSN no ha hecho grandes obras y encima se les da una oficina propia”.

La consejera del Instituto por los afiliados, Estela Romero, coincidió en el diagnóstico: “Lo más grave es que ni siquiera conocemos en detalle lo que hacen con la plata, porque ya presentamos tres pedidos de informes, como CTA y como integrantes del Consejo de Administración, pero no nos responden”.