El Grupo de Investigación de Inteligencia Artificial (GIIA) del Departamento de Informática de la Universidad está a cargo de varios proyectos. Martín Bilbao es el director del GIIA y también enseña las materias Física y Lenguaje Artístico en cuarto año de la escuela Manuel Belgrano, con lo cual decidió incorporar a los alumnos al proyecto para que tengan la oportunidad de participar de la experiencia. 

El objetivo es construir una prótesis de mano mediante la impresión 3D. El beneficiario será Cristian, de Bahía Blanca, que perdió la mano en un accidente y no puede acceder a la prótesis convencional por su elevado costo, con lo cual Bilbao destacó que “este proyecto tiene un impacto social enorme, hay mucha sensibilidad en el medio porque está en juego una condición de vida”. 

 Inteligencia artificial e inclusión social 

El proyecto está relacionado a la inclusión social de personas con discapacidad; en este sentido Bilbao explicó que “hay ciertas situaciones donde existen personas que tienen algún tipo de discapacidad que pueden ser resueltos con diferentes aplicaciones simples como desarrollar tecnología 3D para poder insertarle alguna parte del cuerpo que falte”. El director comentó que el beneficiario de este proyecto se comunicó con el GIIA hace dos semanas y consultó sobre la posibilidad de que trabajen en su caso. Ayer mantuvieron una videoconferencia simultánea con el investigador Gustavo Tenuto quien se encuentra en La Plata y también forma parte del proyecto y con Cristian, el beneficiario, quien les comentó acerca de su problema a los estudiantes. 

El trabajo de los alumnos 

La escuela Manuel Belgrano tiene orientación en Ciencias Naturales, y se pensó en vincular a los alumnos dentro del espacio de las materias Física y Lenguaje Artístico en este proyecto de investigación. Los estudiantes van a diseñar en 3D una réplica en espejo de la mano de Cristian, para poder crear en medidas exactas la que le falta, luego van a imprimirla y generarle movimiento biónico. 

El profesor comentó que los chicos, que tienen entre 14 y 15 años, están muy interesados con el proyecto y consideró que el conocimiento que se le imparte a los alumnos “tiene que ser un conocimiento que ellos tengan la capacidad de aplicarlo en algo, no estudiar para aprobar sino estudiar para lograr algún objetivo en particular”, y resaltó la importancia de generar recurso humano que trabaje en un proyecto de investigación real, y la transmisión de valores que esto implica.

 

Prótesis 

El director del Grupo de Investigación de Inteligencia Artificial (GIIA), Martín Bilbao, explicó que la creación de prótesis mediante la tecnología 3D es un campo que aun está en investigación pero que cuenta con distintos precedentes en el país y en el mundo. 

Si bien en Comodoro no se ha realizado nunca un trabajo de este tipo, se conocen otros casos en el país donde lograron construir distintas prótesis para pacientes. Esto significa un gran avance dentro de la ciencia que contribuye a mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad, a un costo muy por debajo de los valores de prótesis convencionales. 

Al respecto del proyecto que llevan a cabo en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Bilbao expresó que “la idea es que esto sea un puntapié para que otros grupos de investigación, nosotros mismos o quizás con ayuda también del gobierno, se pueda realizar este tipo de actividad como normal, dentro del campo biológico”. 

 Impresión 3D 

La impresión en 3D es el proceso mediante el cual se convierten diseños gráficos 3D en objetos físicos, se trata de una tecnología que tiene pocos años y que está en constante prueba. Por ser reciente, nadie sabe con exactitud hasta donde será capaz de llegar y algunas personas sostienen que en el futuro se podrán construir órganos humanos para realizar trasplantes. La última novedad dentro de este campo fue la reconstrucción del rostro de un hombre en Inglaterra, que había sufrido un accidente que le provocó distintas fracturas.

Bilbao resaltó que en la mayoría de los casos las prótesis han resultado ciento por ciento compatibles con los pacientes y sostuvo que “hay muchos casos en el mundo que han funcionado, por eso nosotros estamos convencidos de que este proyecto puede llegar a un buen puerto”.