Brainapple está de enhorabuena. El Instituto Internacional del Sabor de Bruselas ha reconocido las cualidades del refresco mirandés. Tras una cata a ciegas de la bebida elaborada principalmente a base de manzana, por un grupo de sommeliers y cocineros de ámbito internacional, el aperitivo ha recibido el premio 'Superior Taste Award'.

Un galardón con el que la entidad ha querido destacar, además de sus cualidades saludables, su excepcional sabor y propiedades organolépticas, lo que le convierte en una de las bebidas naturales más completas del mundo», tal y como ha puesto de relieve el responsable de la empresa, Fernando Meana; muy satisfecho con el reconocimiento, el primero que a nivel internacional recibe su 'fórmula', y además en un certamen en el que es poco habitual que se premie a refrescos.

«Es un galardón muy necesario. Nos viene muy bien el haber podido acreditar el sabor. Porque aunque nosotros destaquemos la parte vinculada a la salud, está claro que se bebe porque gusta el sabor». Y es que cuando se trata de comida cree que la población tiene muy interiorizado la importancia de la dieta mediterránea, de la comida saludable, pero que todavía no es así cuando se trata de elegir una bebida. Por eso, aunque después traten de demostrar que sienta bien, primero «buscamos atraer por el sabor». De ahí que hayan decidido someter su refresco al escrutinio de ese instituto europeo.

Nuevos mercados

Un proceso similar están siguiendo con el Instituto Halal de Córdoba, al que le han pedido que analice la composición y el sabor de su bebida con el objetivo de tener esa acreditación de cara a adentrarse en el mercado árabe, ya sea en los Emiratos, Dubai... «Creemos que son destinos en los que hay mercado para nuestro producto», apuntó.

Una nueva vía de negocio que sumar al mundo de la restauración y el ocio tanto vegano como vegetariano y saludable. «Es un sector al que le interesa mucho nuestro producto porque no hay tanta oferta». Pero también es muy consciente Meana de que hace falta tiempo para poder atraer al público a un nuevo sabor de un producto. «Es muy difícil cambiar hábitos».

También en Miranda, donde ha nacido el Brainapple y donde les gustaría que se convirtiera en el refresco de la ciudad. De hecho, para favorecer ese consumo diario en hostelería, se están planteando embotellarlo en un formato de 70 centilitros o un litro y que se pueda servir en vasos pequeños, como si de un mosto o un corto se tratase, en lugar de tener que pedir un botellín de 250.