Con instalaciones imponentes, el MAR inaugura su cuarta muestra

Con instalaciones imponentes, el MAR inaugura su cuarta muestra

Se denomina "Incorporaciones. Museo para armar" y cuenta con la obra "Prueba de Tensión", de Luciana Lamothe, como principal atractivo. Propone al visitante "experimentar la inestabilidad y el vértigo".

"Incorporaciones. Museo para armar", es la cuarta muestra que se exhibe en el MAR (Museo de Arte Contemporáneo de la Provincia de Buenos Aires) y en esta ocasión tiene como adquisición primera y destacada la obra de Luciana Lamothe "Prueba de Tensión", ubicada en la sala 1, casi ocupando toda la inmensidad y dimensiones de largo y alto, con sus caños y maderas en constante resistencia.

Se trata de instalación imponente, transitable, que propone al visitante experimentar la inestabilidad y el vértigo en primera persona, poniéndolo a prueba en cada paso.

Pero según comenta Andrea, una de las educadoras del MAR, no sólo se trata de una experiencia física. "Cuando les pregunto "durante la visita guiada" "qué se está poniendo a prueba al transitar por esta obra", la mayoría responde a nosotros mismos'", cuenta.

"Luego de atravesar ese camino, el público, que ya se ha transformado en protagonista, reflexiona sobre el vértigo de la vida, lo vinculan desde lo emocional, con la toma de decisiones importantes", detalla y también indica que "algunos lo referencian con la pasarela a la Garganta del Diablo, o algún puente colgante, y hasta con un piano".

En el mismo sentido, Andrea caracteriza a esta obra como ?avasallante?, y aseguran que la misma se lleva la mayor parte de la atención, en general, como ocurrió con un grupo de estudiantes de sexto año del secundario ?que reflexionaron sobre la etapa de la vida que comenzarán y el vértigo que eso les genera?.

Los cuadros de Cintia Cohen, de la serie ?Play de Game? y la foto de Sofía Mlalamute, obras donadas por Darío Werthein; junto al trabajo realizado por Mariano Molina, dan color a la sala. La foto de Manuel Archain sorprende con su producción ?En una balanza?, y al otro extremo, las biósferas de Joaquín Fargas continúan recibiendo la luz de la ventana que resplandece todo el lugar.

Obras interactivas

 

Como señaló durante la inauguración de esta muestra el titular del Instituto Cultural, Jorge Telerman, la exhibición ?reúne un grupo de producciones que han quedado indeleblemente asociadas al espíritu amplio e interactivo del MAR? y esta ecuación se aplica con, por ejemplo, ?Soft Gallery? o ?Galería Blanda" de Marta Minujín.

Todo el personal del MAR coincide en que hasta antes de la última inauguración, periódicamente varios visitantes preguntaban por ?los colchones? y se referían a esta particular obra de Minujín, recreada hoy, pero originalmente instalada en Washington en la década del 70 buscando contraponer el sentido hermético y duro de los museos o galerías de arte.

?Por un lado, ya la gente sabe que son obras de arte y no juegos, pero saben que pueden interactuar, transitarlas, y por otro lado, ya se ha instalado de idea que todos pueden participar, no es sólo para los chicos?, indica Paula, otra de las educadoras del MAR.

Telerman explicaba que ?el mundo actual favorece este tipo de relaciones que tienen al espectador como protagonista? y reconocía que ?ésta ha sido una de las claves distintivas del MAR desde sus orígenes. A diferencia de los museos tradicionales, pensados como instituciones que conservan fragmentos de la memoria social, el MAR se propuso ser un museo de la contemporaneidad, que se construyera en el diálogo abierto y permanente con sus visitantes. Cada una de sus exposiciones ha sido un banco de pruebas para este fin, una suerte de experimento que permitiera testear el clima emocional y reflexivo de los asistentes, en vistas a configurar un rumbo para sus acciones inmediatas y futuras?.

Una sala interactiva como la 2 reúne además de ?los colchones?, a ?las olas?, la escenografía de la película Los Neuróticos, pieza realizada por Edgardo Giménez quien donó la obra al MAR.

?Se encuentran con las obras que más recordaban?, cuenta Andrea y puntualiza que también está Osedax, ubicada en sala 3, y que fuera parte de la segunda muestra ?El Museo de los Mundos Imaginarios?.

Esta obra del colectivo artístico Proyecto Biopus, que sorprende con un esqueleto de ballena donde seres invertebrados lo devoran y dan vida a esta instalación en la cual el público es invitado a favorecer la migración de pequeños organismos luminosos modificando el espacio en términos visuales y sonoros.

En la misma sala, se encuentra la instalación de Mariana Tellería denominada ?Somos el límite de las cosas?. La imaginación, el asombro, la inmensidad, ocupan un lugar central en este espacio. ?¿Cuándo comienza algo a ser y a partir de qué o por qué deja de serlo??, preguntan las educadoras durante la visita guiada que se realizan todos los días a las 11, 13 y 16, y suman el horario de las 18 los fines de semanas y feriados.

?El Museo no te da respuestas, sino preguntas?, señala Paula, que analiza cómo el museo se ha instalado en la comunidad local y nacional, al tiempo que relata las múltiples visitas internacionales que se reciben a diario, quienes se van sorprendidos por la arquitectura, las obras, el carácter abierto e inclusivo del MAR, y las distintas propuestas y actividades que aquí se ofrecen.

En estos más de 7.000 metros cuadrados dedicados a las manifestaciones culturales y artísticas contemporáneas, también se encuentra la obra de Diana Aisenberg que tuvo un gran carácter participativo ya que requirió de la colaboración del público que depositó en una urna, durante la muestra anterior "Horizontes de Deseo", bijouterie en desuso.  

Luego, se organizaron jornadas junto a la artista donde los visitantes seleccionaron los objetos y los enhebraron en tiras que luego dieron forma a la obra que ahora se encuentra ubicada en un extremo del corredor del piso superior del MAR, y "muchos de los visitantes vienen y reconocen piezas que ellos mismos trajeron o intervenciones que hicieron".  

Las educadoras enfatizan que "siempre intentamos que quede claro que para visitar el MAR no es necesario tener conocimientos previos pero sí estar dispuesto a ampliar nuestra capacidad de conocimiento".

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