El 50% de productos debe cumplir los objetivos planteados por la Ley.
De esta forma, se determinó que cada establecimiento escolar deberá ofrecer una amplia variedad de alimentos saludables concordantes con las guías alimentarias dispuestas por la autoridad correspondiente. Sin embargo, fueron pocos los colegios que se sumaron a esta propuesta durante el ciclo lectivo 2013.
A partir de la próxima semana, nuevamente los establecimientos tendrán la oportunidad de sumar kioscos saludables informando a quienes tienen las concesiones cuáles son los alcances de esta Ley. Entre los fundamentos que se utilizaron para la aprobación de esta propuesta se destaca que “los hábitos saludables son clave en una etapa en la que el niño se está formando, entonces, es elemental el aporte del Estado mediante la puesta en marcha de una medida que obligue a los kioscos a tener comida saludable”.
En las escuelas, los niños podían encontrar papas fritas, gaseosas, golosinas, pebetes, chizitos, galletitas y tortas, licuados y jugos congelados. Lo que se propuso es cambiar eso por alimentos como frutas (ensaladas y licuados, pero en estado natural), barras de cereal, flanes y gelatinas, tutucas, galletas de salvado, yogures, sándwiches, turrones de arroz, agua mineral, aguas saborizadas sin azúcar y jugos de frutas.
Durante el período 2013, quienes estaban al frente de los kioscos escolares indicaron a Nuevo Diario que estaban conformes con la propuesta, pero que los niños y, sobre todo, los adolescentes, preferían seguir comprando las golosinas que no estaban dentro de las “saludables”.
De todas formas, la iniciativa busca que de a poco se vayan adquiriendo nuevos hábitos en las escuelas y por eso se invirtió en profesionales nutricionistas para que elaboren guías o sugerencias para poner en marcha la medida en colegios privados y estatales nuevamente.
Comentá la nota