Tan inesperado como doloroso

Tan inesperado como doloroso
Luego de mostrar un gran nivel en los primeros dos cuartos, Peñarol jugó el peor tercer período en mucho tiempo y luego no pudo volver en sí. Entonces, dijo adiós del Súper 8 rápidamente al caer con Quimsa por 74 a 66 y quedar eliminado del torneo que había ganado en 2011
Llamativamente volvió a dormirse una siesta y lo dejó escapar. Al partido y al Súper 8, torneo en el que defendía la corona. Peñarol jugó los peores 10 minutos en mucho tiempo y luego no pudo recobrar la confianza y el juego. Quimsa, que parecía ahogarse pero remó y llegó a la orilla erguido, dominó el cierre y ganó por 74 a 66 para meterse en la semifinal, donde chocará hoy con Olímpico en el clásico. Luego de dos cuartos de gran nivel, el equipo de Hernández se “desinfló” y nunca volvió a ponerse de pie.

Empezó muy metido el elenco marplatense. Era una posibilidad concreta y sucedió. Estuvo agresivo en defensa y suelto en ataque y así logró alejarse 10 a 2 en 4´. Hubo dos triples de Mata, en soledad tras precisas combinaciones; y además 4 de Leiva adentro. En ellos dos se apoyó el goleo.

Pero, Quimsa se vino en la segunda mitad porque mejoró atrás. El “Milrayitas” no pudo alimentar al alero y Teague erró lo que tiró. Entonces, con Mojica participando (6), se arrimó 12 a 9. De todas maneras, Mata volvió con su tercer triple y distanció al tricampeón, que cerró el primer cuarto con un mentiroso 19 a 13.

En el inicio del segundo, Peñarol pegó un golpe muy fuerte. Y lo extendió a todo el cuarto. Primero metió un 9 a 0 en 3´ y se alejó 28 a 13 para obligar a Demti a parar el juego con un tiempo muerto. Fue importante la aparición de otras vías de gol para el elenco de Hernández, ya que metieron puntos Rasio y Teague.

Además se sumó Terrell (6), para colaborar con el muy interesante aporte del banco, mientras que el ala pivote que llegó en esta temporada fue el goleador con 7. Pero lo mejor estuvo atrás. Porque al tener a Lo Grippo y Mojica descansando, los demás fueron apabullados por la gestión defensiva “Milrayitas”, que le permitió solamente 8 puntos al rival en el cuarto. Hubo coordinación y agresividad para obligar a tirar incómodo y asegurar el rebote.

Así dominó de principio a fin y en todos los aspectos del juego. Y lo reflejó en el marcador. Para poner en un cuadrito, un recupero de Campazzo sobre línea de fondo tras la reposición rival, el posterior pase largo y la volcada a dos manos de Rasio. Una acción que resume lo hecho por el “Milrayitas”.

El momento de relajación llegó en el inicio del tercero. Y Quimsa no lo perdonó. Fue larga la siesta de Peñarol, que jugó los peores 10´ en mucho tiempo. Y con Williams y Stanton más participativos, el rival le metió un parcial de 11 a 0 para arrimarse 41 a 32. A pesar del “minuto” pedido por Hernández, el semblante no cambió. El equipo de Demti contó con la aparición de Lo Grippo para seguir limando rápidamente la distancia y pasar al frente a 1 (48-44) gracias al impresionante 28 a 3 en 8´. Allí, Mata cortó la sequía con dos libres, luego hubo dos más de Campazzo sumados a un doble de Terrell y un par de buenas defensas para poder igualar en 50 al sonar la chicharra. De todas maneras, Quimsa encaraba mejor la recta final, apoyado en el sensacional 29 a 9.

Sorpresivamente, el choque de cuartos de final “duró” diez minutos. Allí se definió el partido. Y fue “palo y palo” por primera vez. Hasta que Quimsa, envalentonado por sus 10 minutos soñados, logró despegarse y fue decisivo. Con un gran pasaje de Vega y Lo Grippo, castigó todo y aprovechó cada ventaja. Hubo un triple de Leo Gutiérrez (que no estuvo encendido), pero la ilusión duró poco. Y la despedidafue tan dolorosa como llamativa.

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