La "inclusión" de Urtubey incluye al banco Macro

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Esta semana hubo acciones gubernamentales que dejaron grandes incógnitas dentro del oficialismo.

De todas, el veto parcial del gobernador Urtubey a la ley aprobada por los legisladores para que el banco Macro asuma obligaciones como agente financiero de la provincia, fue la que más polémica levantó.Es que a la ley que fue aprobada para permitir que el Macro siga operando como agente financiero de la provincia hasta el año 2026, los legisladores le agregaron un artículo que obligaba al banco a colocar más cajeros automáticos en la provincia, un beneficio directo para miles de pobladores, sobre todo para los que viven más lejos de los centros urbanos.

Cuando Urtubey tuvo que promulgar la ley acordada dentro del oficialismo vetó este artículo, con lo cual liberó a la entidad financiera de las mínimas obligaciones que le cabían en la renovación del contrato.La reacción de los legisladores no se hizo esperar. Los opositores lamentaron primero que Urtubey no se muestre dispuesto a aceptar ni una sugerencia de sus propios diputados, sobre todo si se trata del bienestar de la gente y, segundo, cuestionaron seriamente las condiciones de renovación del vínculo con el Macro, que ahora goza de una posición de pocas obligaciones y muchos beneficios.

En el lado de los legisladores oficialistas, el asombro no fue menor. La sensación fue casi una burla. Hace unos días atrás el propio Urtubey los había convocado a una reunión en Finca Las Costas para accionar un alineamiento completo con sus aspiraciones a futuro dentro de la provincia.El mensaje ante diputados y senadores tuvo un marcado tono de frustración a su aventura presidencialista. No obstante les exigió lealtad y apoyo al modelo en la provincia.Aseguró que su Gobierno había logrado la mayor inclusión de la historia en Salta y que había puesto al Estado al servicio de la comunidad.

Los legisladores, no todos, salieron de esa reunión con alguna luz dentro de las tenebrosas indefiniciones políticas de Urtubey.De más está decir que el veto del gobernador a favor del banco Macro, luego del discurso de Finca las Costas, los volvió a arrojar al vacío de la incertidumbre.Este juego es lo que más molesta en el entorno oficialista: el líder promete y no cumple. Pero esto no es lo más grave ya que tampoco envía señales tranquilizadoras y sólo se esmera en aparecer como el gran benefactor, con medidas que desbordan populismo sin sentido y sin efecto.

Este gobierno ha reorientado el gasto público al funcionamiento del Estado y no al desarrollo y al progreso de los salteños. Esto lo repiten con mayor frecuencia los legisladores del propio palo, quienes quedaron muy marcados tras el veto impuesto por Urtubey a las obligaciones de un banco privado."El gobernador liberó la posibilidad para que el Macro haga lo que quiera en la provincia. Plantear en la Legislatura las necesidades de cada pueblo de la provincia y que después Urtubey nos vete es algo que tiene que ver con la dignidad", dijeron por lo bajo.

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