“No importa cuánto se demora un estudiante mientras consiga recibirse”

“No importa cuánto se demora un estudiante mientras consiga recibirse”

Entrevista con Antonio Fernández, rector de la Universidad Nacional de Salta.

El contador Antonio Fernández, actual rector de la Universidad Nacional de Salta, se nacionalizó argentino a tres meses de graduarse. Hijo de una familia de agricultores españoles, hizo toda su educación en el sistema público: la primaria en la escuela Belgrano de Jujuy, primero y segundo año en un secundario también en la provincia vecina. Luego a nivel local prosiguió sus estudios en el comercial 2 Victorino de la Plaza y finalmente en la UNSa. 

Es un agradecido de la educación pública, dice que jamás lo miraron distinto por no ser argentino y que es la primera generación de su familia con título universitario. Fernández finaliza el próximo 10 de mayo su gestión como rector, anteriormente cumplió dos gestiones en el decanato de la Facultad de Ciencias Económicas y una como vicedecano. “La universidad me ha permitido dar un salto de calidad en mi vida y en mi familia”, destacó. Fernández ahora va por su reelección de la mano de la presidenta del Consejo de Investigación de la UNSa, Mirta Daz, como compañera de fórmula.

¿Por qué se vuelve a postular? 

Siempre uno se queda con la sensación de que faltan cosas por hacer, que tres años son pocos para cumplir una gestión. Este primer período estuvo centrado en consolidar carreras que se habían abierto en la gestión anterior en el interior de la provincia, pero que varios casos eran carreras con financiamientos a término. Conseguimos más de 300 cargos docentes en ese período, de los cuales 262 fueron de libre disponibilidad y eso nos permitió salvar las carreras de Contador en Tartagal, Enfermería en Santa Victoria, una tecnicatura de Electrónica en Orán y cubrir otros cargos en las diferentes facultades. 

¿Este año Medicina pasa a depender de la UNSa como se había prometido?

No logramos hacerlo, la expectativa es poder llegar en 2020, aunque no lo puedo prometer. A nivel nacional, estoy gestionando los cargos que nos faltan. Cada año nuevo que fuimos dictando, de Tucumán nos fueron dando los cargos necesarios, este año en enero nos dieron para el quinto año de esa primera cohorte, pero todavía nos faltan algunos cargos para ya poder aprobar la carrera propia, que es lo que estoy negociando. 

¿Qué propone para esta etapa?

Liberados en gran parte de esto que nos condicionó la gestión porque teníamos que salvar carreras abiertas en el periodo anterior, la idea es poder hacer una nueva gestión con una impronta propia y haciendo cosas nuevas. Invertimos más de 40 millones de pesos en conectividad. Estamos tirando fibra óptica y hemos comprado equipamiento para modernizar todo lo que es la conectividad de la universidad. La obra tiene un avance de casi un 90%, esto nos va a permitir mejorar nuestros procesos administrativos, trabajar con el expediente digital, ya hemos avanzado en la firma digital.

También nuestra expectativa es que esa tecnología sirva para mejorar los procesos pedagógicos. La idea es replantear la forma en la que esta universidad llegue a todos los rincones de la provincia y hacerlo usando esquemas de enseñanza semipresencial o educación a distancia para lo cual vamos a necesitar que el Gobierno provincial nos provea de la infraestructura para que haya buen acceso a internet. Creemos que ese es el nuevo modo para que nuestros jóvenes salteños puedan acceder a la universidad. Estimamos que entre 30 y 45 días la obra estaría terminada. Después tenemos que hacer las conexiones hacia adentro de cada una de las dependencias y empezar con las capacitaciones en áreas administrativas y académicas. Queremos poder dar un salto de calidad en nuestra universidad, usar la tecnología como un nuevo medio para llegar a nuestros estudiantes y mejorar la eficiencia de los sistemas internos. Impulsamos una modificación del estatuto para darle otro estatus a las sedes regionales, hemos cambiado la forma de vincularnos con ellas, se les aumentó el presupuesto en un 20% y se le ha dado más recursos. Se vinculó a las sedes con el Consejo de Investigación y se han duplicado los proyectos de extensión con la comunidad. Otra obra importante, es la biblioteca, donde se centralizarán todas las bibliotecas ahora dispersas por facultades. La inversión del nuevo edificio es de más de 30 millones de pesos. Tiene un 90% de avance y va a llevar unos 60 días más.

En las elecciones del 17 de abril compite con el contador Claros que nuevamente quiere ser rector. ¿Qué sucedió si antes compartían el mismo espacio? 

Fui elegido para llevar a cabo mi mandato de acuerdo a mi impronta, estilo y a mi forma de trabajo y claramente eso no terminó de satisfacer en la otra parte y terminamos con ciertas discrepancias respecto a la gestión. Yo tuve una gestión de seis años acompañando su rectorado como decano (Económicas) y respaldé en un ciento por ciento el trabajo hecho en esa gestión, pero no me tocó la recíproca cuando yo asumí. No pudimos congeniar y terminamos en dos candidaturas. Yo vine para tratar de hacer la mejor gestión posible y tengo el deber y derecho de presentarme para la reelección.

¿Cuántos son los ingresantes este año?

Hay unos 18.100, según el último dato que tengo. Es el mismo de hace dos años, el año pasado había bajado un poco, nunca supimos por qué y ahora repuntamos.

¿Cuántos estudiantes y docentes tiene la UNSa en total?

Es difícil de precisar porque hay diferentes estados, un estudiante es regular siempre y cuando se haya reinscripto en cada año, pero hay muchos que por ahí no tienen actividad y para nosotros son estudiantes regulares. La cantidad está superando los 30 mil. Hay entre 3.500 y 4.000 docentes y en estos tres años hemos habilitado alrededor de 340 cargos nuevos. Tenemos entre 550 y 600 cargos no docentes.

De acuerdo a un informe nacional, dos de cada tres estudiantes de las universidades públicas aprueba una materia por año. ¿Cuál es la situación de la UNSa?

Es una situación habitual en todas las universidades y en la nuestra también. Un alumno puede ser regular sin tener ninguna actividad académica en uno o varios años, así es nuestro reglamento. La idea es acompañar a los estudiantes lo mejor posible para que tengan la posibilidad de recibirse con la menor cantidad de restricciones posibles más allá del cumplimiento de las exigencias académicas. Pero no todos tienen el mismo ritmo y la misma posibilidad de estudiar, hay estudiantes que trabajan, que son madres, que dejan a sus hijos en la guardería o vienen con el bebé a tomar clase.

Sabemos también que la educación gratuita no es en sí misma suficiente para que el estudiante se quede, tenemos que darles ayudas adicionales, por lo que hacemos una inversión muy importante en becas. La partida en 2018 rondó entre los 30 y 35 millones de pesos y este año seguramente va a ser mayor. Incluye lo que es beca pura y todo el resto de ayuda como los comedores estudiantiles en capital y todas las sedes, a los 10 centros de estudiantes le asignamos una ayuda mensual para la merienda porque hay chicos que vienen a las 8 sin desayunar y por ahí hasta se nos desmayan.

¿Cuántos estudiantes comen en el comedor?

Hasta el año pasado el comedor de Salta tenía 700 raciones, ahora arrancamos con 850, aumentó más de un 20% el cupo. Dentro de las 850, tenemos 50 vegetarianas y estamos trabajando para preparar menúes para celíacos. Ahí la dificultad es que tenemos que generar un ambiente de trabajo aislado del resto para no contaminar los alimentos. Siempre tenemos una demanda que excede al cupo, pero también tenemos una limitación física. A fines del año pasado hicimos una obra de ampliación y eso nos permitió aumentar la cantidad de raciones. Un aumento de raciones no solo implica el costo de la material prima sino mas personal y un edificio más grande. 

Durante su gestión se logró reducir la deserción...

Cuando asumí en mayo 2016, unos tres o cuatro meses después presenté un proyecto integral de cambio del sistema de ingreso de la universidad para armar un equipo que esté los 12 meses del año trabajando con los ingresantes. Ese proyecto el Consejo Superior recién lo aprobó a fines del año pasado y estamos iniciado ahora el primer proceso. Tenemos restricciones presupuestarias para poder solventar ese equipo de gente, pero la estamos peleando para conseguir los recursos. 

El presupuesto para nuestra universidad este año supera en poco los 2 mil millones de pesos, es restringido, tiene un 29% de incremento del presupuesto del año pasado que tuvo casi el 50% de inflación. Y este año viene mal, realmente no hay muchos recursos. El nivel de deserción según datos que teníamos hace tres año era muy alto por el impacto que representa pasar del nivel medio a la universidad. Estamos tratando de armar un esquema de articulación para que el secundario conozca un poco los puntos donde se producen los mayores fracasos cuando ingresan en la universidad, que están en matemática, lengua, comprensión de texto.

¿Cuántos graduados hubo en 2018?

Alrededor de 600, es lo que tenemos en los últimos años. Y nuestras carreras más populares que son en donde más se reciben son Enfermería, Nutrición, Contador y licenciatura en Administración.

¿Cuántos se reciben en tiempo y forma?

Muy pocos, no llegan al 10%, pero los años son solo una organización del dictado de las materias. Cada alumno es un mundo, tenemos una universidad abierta, no importa cuánto se demora un estudiante mientras consiga su objetivo de recibirse.

Ya se anuncian paro en la UNSa, ¿cómo ve esta medida de fuerza?

Yo creo que los gremios docentes tienen todo el derecho del mundo a reclamar, es injusto que se baje el salario real de nuestros docentes y de cualquier trabajador, si el medio que tienen para manifestar ese descontento son los paros están en todo su derecho. 

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