Hugo Rodríguez habría recibido cuatro balazos y uno fue mortal

Hugo Rodríguez habría recibido cuatro balazos y uno fue mortal
El disparo en el tórax le ocasionó un shock hipovolémico y el deceso. Los hachazos en el cráneo fueron “post-morten”. Piden el traslado del imputado a la Alcaidía de Batán.
El intendente de Lobería Hugo Rodríguez habría recibido cuatro disparos de una carabina calibre 22 y uno de los proyectiles que impactó en el tórax fue el que le produjo la muerte por un shock hipovolémico.

Los dos hachazos que recibió en el cráneo fueron provocados “post-morten”, según indicaron fuentes de la investigación del conmocionante caso y en base a los resultados de la autopsia realizada por el médico forense.

Por su parte, el director del Taller Protegido, Héctor Edgardo Alvarez, nativo de Necochea y radicado hace 25 años en Lobería, fue víctima de un balazo a la altura del hombro derecho y el recorrido de la bala le afectó la arteria pulmonar y el corazón, produciéndose también una fuerte hemorragia interna que terminó con su vida.

El único imputado, Julio César Aldecoa, habría efectuado los disparos desde atrás de un alambrado y en donde hay un arbolado que utilizó para esconderse. Aún no se ha podido establecer la distancia precisa de las ejecuciones, pero si se puede indicar que los balazos no fueron a quemarropa.

Los dos crímenes ocurridos el sábado último a orillas del lago ubicado en el interior del Parque Municipal Narciso Del Valle, sangriento episodio del cual se habla en el país, está caratulado como “doble homicidio agravado por el uso de arma, dos hechos”.

A distancia

Una de las hipótesis que manejan la Policía y la Justicia, indica que los disparos realizados por el responsable de las muertes de Hugo Rodríguez y Héctor Alvarez se hicieron a distancia de donde caminaban el jefe comunal loberense y el director del Taller Protegido.

Los proyectiles de la carabina calibre 22 provocaron orificios de entrada en los cuerpos y la piel de las víctimas no estaba quemada, situación que si ocurre si las ejecuciones hubieran sido de cerca o a quemarropa, como generalmente se expresa en la jerga policial.

Si bien no hay testigos presenciales del sangriento caso, los investigadores estiman que Julio Aldecoa estaba oculto entre el arbolado que está vecino al lago y desde atrás de un alambrado habría efectuado los varios disparos contra ambos blancos, sorprendiendo a Alvarez y Rodríguez.

En una teoría previa y sobre la base de una línea recta en la cual se desenvolvieron los hechos, no se descarta que ante la salvaje agresión Rodríguez intentó escapar de la situación y corrió en dirección a su camioneta Ford Ranger que estaba estacionada a, aproximadamente, doscientos metros de donde quedó tendido en el suelo agonizando Héctor Alvarez.

Disparo mortal

En el trayecto, el Intendente de Lobería perdió su celular que fue hallado por personal de la Policía Científica y a unos treinta metros de su vehículo, Hugo Rodríguez cayó al piso con entre tres y cuatro impactos de bala en su cuerpo: uno en la cabeza, otro a la altura de una axila y en la espalda, y el proyectil mortal que recibió en el tórax y le produjo el shock hipovolémico que determinó su deceso.

Las heridas brutales que sufrió en el cráneo provocadas con un hacha de mango corto, fueron efectuadas “post-morten”, según lo releva la autopsia practicada en el Hospital Municipal de Necochea.

Tanto el arma blanca con manchas de sangre como la carabina calibre 22 fueron secuestradas por agentes policiales en la vivienda de Aldecoa, en calle De Caso al 150, de Lobería, luego de conocerse el doble crimen.

También se incautaron las prendas de vestir del sujeto y otros elementos de interés para la causa judicial.

Se cree que fue el propio autor de los disparos quien llamó al nosocomio loberense para que acuda al lugar una ambulancia y vecinos del Parque Municipal Del Valle alertaron a la Policía sobre los constantes disparos escuchados.

A otra Fiscalía

La causa judicial por el doble crimen fue iniciada por la Fiscalía Nº 30, a cargo de Roberto Mirada, pero ayer a la tarde quedó radicada en la Fiscalía Nº 1, cuya titular es Eugenia Quagliaroli, quien se encontraba de licencia y recién ayer se reincorporó a su despacho en la sede del edificio de avenida 75, entre calle 8 y avenida 10.

En realidad, las primeras actuaciones judiciales del horrendo episodio acontecido el sábado último alrededor de las 20, las llevó adelante la ayudante fiscal de Lobería, Vanesa Schneider, quien habitualmente trabaja con la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 1, de nuestra ciudad, por disposición de la fiscal general interina, Analía Duarte.

La Fiscalía Nº 30 al conocerse el caso, llevó adelante las medidas de rigor en cuanto a lo formal de la causa y el inicio de la investigación, donde se tomaron algunas declaraciones testimoniales durante la noche del sábado, madrugada del domingo y en el resto de esa jornada.

Lesiones graves

El caso pasó a manos de la fiscal Eugenia Quagliaroli, quien además había elevado a juicio oral otro expediente caratulado como “lesiones graves” en el que estaba imputado el ex director del Galpón Vial de la Municipalidad de Lobería, Julio César Aldecoa, quien había tenido un serio incidente con el secretario de Gabinete, Silvio Vidal.

Hace aproximadamente unos seis meses, Vidal y Aldecoa se encontraron en el predio de dicha dependencia comunal y mantuvieron una acalorada discusión que terminó con un enfrentamiento cuerpo a cuerpo por cuestiones relacionadas con la función pública.

Según surge de las investigaciones, se habrían generado algunas irregularidades en el Galpón Vial y esto derivó en el pedido de renuncia del intendente Hugo Rodríguez a Aldecoa, quien volvió a ocupar otro lugar dentro del organigrama municipal.

Esta situación habría exasperado al ex funcionario y consideró que Vidal había sido el mentor de su desplazamiento del cargo.

Violenta agresión

Cuando se encontraron Aldecoa y Vidal en el predio del Galpón Vial todo terminó con una violenta pelea y de acuerdo con lo informado por fuentes de la Fiscalía Nº 1, en la denuncia penal consta que el secretario de Gabinete se llevó la peor parte, ya que sufrió un mordisco en una oreja y lastimaduras en el rostro.

Por tal motivo, la fiscal Quagliaroli le imputó a Julio Aldecoa el delito de “lesiones graves” durante la instrucción del caso y también solicitó una medida de restricción de acercamiento sobre la víctima de los hechos, Silvio Vidal.

Por otra parte, la representante del Ministerio Público Fiscal elevó a juicio oral la causa que aún no tendría fecha de debate en el Tribunal Criminal Nº 1. Con lo sucedido ahora, en ámbitos de la Fiscalía se especula que podrían juntarse ambos expedientes judiciales para la realización de un solo debate oral. ///

Trasladarían a Aldecoa

Voceros policiales consultados anoche por Ecos Diarios, indicaban que se pidió el traslado de Julio César Aldecoa a una celda de la Alcaidía Nº 44, de Batán, donde además se le podrían efectuar estudios profesionales convenientemente si se los considera necesario por parte de la Justicia.

El único acusado del delito de “doble homicidio agravado por el uso de arma, dos hechos” se encuentra en carácter de detenido y alojado en un calabozo de la Seccional Primera de Policía de nuestra ciudad y aislado de otros presos.

Como se informó en la edición de ayer, el ex funcionario municipal de Lobería usó el derecho legal que le asiste de no declarar ante el secretario de la Fiscalía Nº 30, Carlos Larrarte. Luego de ello y en base a las pruebas reunidas en principio, la propia Fiscalía solicitó la detención de Aldecoa al juez de Garantías, Guillermo Llugdar, medida a la que hizo lugar el funcionario de Justicia y el hombre de 48 años quedó a disposición del Juzgado de Garantías Nº 1. ///

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