Dos hermanos quedaron presos e imputados por matar a un verdulero

Dos hermanos quedaron presos e imputados por matar a un verdulero

Fueron detenidos el martes y ayer, luego de una audiencia, fueron enviados tras las rejas por el crimen de Oscar Salguero, ocurrido la noche del 16 de octubre del año pasado.

 

En una pequeña sala de audiencia de los Tribunales provinciales se ventiló ayer a la mañana el contexto en el que fuera asesinado a puñaladas el verdulero Oscar Alberto Salguero, la noche del 16 de octubre del año pasado. Previo al crimen, su hijo Ezequiel Alberto había recibido un puntazo en la espalda. Dos hermanos, de 22 y 32 años, fueron imputados con distintos grados de responsabilidad por lo sucedido. El mayor de ellos, Hernán Gustavo B., fue acusado por el homicidio simple de Oscar Salguero y por su participación primaria en la tentativa de homicidio contra el hijo de la víctima. Mientras que Mauricio Ezequiel B. fue imputado de tentativa de homicidio simple en concurso real con tenencia de arma de uso civil sin la debida autorización con aptitud para el disparo y tenencia de arma de guerra con aptitud para el disparo. El juez Carlos Leiva les impuso prisión preventiva sin plazos.

La noche del 16 de octubre pasado Juan B. Justo al 8400, entre García del Cossio y Olmos, en los confines del barrios Fisherton Norte, fue escenario de una pelea que terminó con un hombre de 50 años muerto y su hijo de 25 gravemente herido. Todo ocurrió después de que en el Coloso del Parque Independencia la parcialidad leprosa celebrara el tradicional banderazo previo a los partidos clásicos de la ciudad. Cuando un grupo de vecinos hinchas rojinegros regresaron de ese ritual al barrio, se trenzaron con varios hinchas de Rosario Central.

Pelea de hinchas. Salguero vivía en Juan B. Justo al 8400 desde fines de la década del 80, a pocos metros de donde reside la familia B. La noche del jueves 16 de octubre recibió una fatal puñalada en el abdomen cuando, según la acusación, intentó defender a Ezequiel, uno de sus cuatro hijos. El muchacho había recibido una estocada en la cintura a la que logró sobrevivir tras ser asistido en el Hospital de Emergencias.

Sin embargo, el asesinato de Oscar Salguero se produjo como consecuencia de una rivalidad vecinal de vieja data que mantenía con la familia de Hernán y Ezequiel B. y no por el cruce de hinchadas, en el que si fue atacado su hijo. El martes pasado al mediodía Hernán B. fue detenido por efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) cuando caminaba por las inmediaciones de avenida de Circunvalación y Presidente Perón, en la zona oeste de la ciudad. Un rato antes, Ezequiel había sido capturado en la casa de su hermano, en Pasaje 1707 al 7600, en el corazón del barrio Santa Lucía adonde habían llegado tras el crimen. En esa vivienda los vigilantes secuestraron un carabina calibre 22 marca Halcón y una tumbera de doble caño y doble percutor de fabricación casera.

Planteos de partes. En la sala de audiencias número 6, Hernán y Ezequiel B. se sentaron en el banquillo de los acusados asistidos por el abogado Maximiliano Bonetto. Once personas, entre guardias, funcionarios judiciales, defensores particulares, familiares y periodistas, escucharon en la diminuta sala de 2 por 2,5 metros la versión de lo ocurrido aquella noche del jueves 16 de octubre pasado, pero de boca de los imputados. El fiscal Pablo Pinto, en reemplazo de Miguel Moreno, leyó la acusación. Primero para Ezequiel, albañil de oficio y con educación de secundaria completa, y posteriormente para Hernán, un muchacho que nunca fue a la escuela, que no sabe leer ni escribir y que se gana la vida como limpiavidrios. Ambos tenían antecedentes policiales de poca monta.

Para la acusación, los hermanos B. atacaron en conjunto a Salguero y fue Ezequiel quien lo apuñaló por la espalda. "Hernán lo tomó a Salguero por la espalda para reducirlo y permitió que Ezequiel lo apuñalara", dijo el fiscal. Mientras transcurría esa secuencia, Oscar Salguero intervino para defender a su hijo y fue apuñalado en el estómago por Hernán. Esa herida le provocó la muerte casi en forma inmediata.

Las versiones. Los dos hermanos no esquivaron ayer la posibilidad de declarar y lo hicieron uno en ausencia del otro. Primero fue el turno de Ezequiel, quien relató que mientras estaba en su casa con su mujer y sus hijos escuchó una batahola de la que participaban varios hinchas de Central y de NewellSINGLE_RIGHT_QUOTEs. "Eran unos 15 contra otros 20", explicó el muchacho. "Yo me asomé, pero como me dio miedo me metí de nuevo a mi casa", indicó. Y en ningún momento refirió haber participado de la gresca por motivos futbolísticos. Ante eso la defensa objetó la calificación del hecho y pidió que se considerara lesiones en lugar de tentativa de homicidio, propuesta por el fiscal.

Luego fue el turno de Hernán, apodado "Topo", quien cargaba con la acusación más pesada: ser el autor del homicidio de Salguero. El limpiavidrios indicó que cuando llegó a su casa se enteró que su hijo había sido amenazado por los Salguero. Pero dejó en claro que la gresca ya estaba en marcha. Dijo que varios hombres lo insultaron "y lo cagaron a palos". Que él huyó y se refugió en lo de su padre.

Consultado por el fiscal si tuvo problemas con Oscar Salguero respondió: "Nunca lo vi. No me pelee. Lo único que llevaba esa noche conmigo eran las monedas que había ganado y el secador que uso para trabajar". Y agregó casi llorando: "Yo trabajo para darle de comer a mi hija de siete años, porque yo soy el único sostén que tiene". Acto seguido, el abogado Bonetto objeto la calificación propuesta por el fiscal Pinto (homicidio simple) e intentó llevarlo a homicidio en riña. Los dos hermanos coincidieron en el relato de que la casa de sus padres fue atacada a piedrazos y balazos tras los hechos que se juzgan.

Entonces el juez Leiva consultó a los acusados si tenían algo más para aportar. Y Ezequiel B. pidió que también se investigara a la familia de los Salguero. Todo quedó entonces en manos del magistrado, quien entendió que lo propuesto por el fiscal Pinto se ajustaba a la realidad de lo ocurrido aquella noche de octubre del año pasado en la áspera zona de calle Juan B. Justo entre entre García del Cossio y Olmos. Y dictaminó que ambos quedaran detenidos sin plazo, con la posibilidad de que en 60 días se pueda modificar esa medida.

El lamento de los familiares

“Mi hermano era un hombre de trabajo y mi sobrino... vos lo tendrías que ver y te darías cuenta. No es un pibe pendenciero. Es una persona que tiene un leve retraso madurativo. Es un nene. Ninguno de los dos tenía antecedentes y no tienen problemas con nadie”, expresó a este diario uno de los hermanos de Oscar Salguero la mañana posterior al crimen, cuando retiraban el cuerpo del fallecido del instituto Médico Legal (IML).

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