Los vecinos del Barrio Don Pablo II viven colgados de dos postes de obra que quedaron en medio del complejo habitacional de poco más de 20 viviendas construidas por cooperativas locales.

No cuentan con el suministro normal de energía eléctrica, razón por la cual, cada uno se fue enganchando de los postes con una caja a la que le adosaron alargadores que llegan hasta los domicilios. Esta situación anormal expone a los vecinos a innumerables riegos.

Los vecinos relataron a ElDía que los primeros que habitaron el barrio, directamente no tenían energía eléctrica, hasta que decidieron hacer instalaciones precarias. A esta situación, se le suma que uno de los postes está peligrosamente inclinado.

Las cajas ubicadas en los postes no dan abasto y los problemas de tensión son reiterativos, con cortes de luz incluidos. La baja tensión ha provocado la rotura de heladeras, calefones, computadores, televisores  y demás artefactos eléctricos.

Los vecinos, cansados de reclamar en la Cooperativa Eléctrica y no obtener respuestas favorables, decidieron contar su problemática a ElDía: “entramos sin luz, con los cables en el suelo, pero después de las intensas precipitaciones del verano, tuvimos que levantarlos y colgarnos, no nos quedó otra”, comentó Mónica, una de las habitantes del barrio.

Luego, relató: “no podemos seguir viviendo de esta manera, con la luz que se nos corta entre 4 y 5 veces al día, porque estamos con un solo cable tres casas. Cada vez que prendemos una estufa, calefón, ventilador en el verano, salta todo” coincidieron los habitantes del barrio Don Pablo II”.

Entre las tantas incomodidades que afrontan los vecinos por vivir con conexiones precarias, contaron que “tienen que comunicarse a la hora de bañarse para no generarnos problemas, pero de todas maneras siempre surge alguna discusión”.

“El ventilador gira muy lento; el verano fue terrible”, contaron los vecinos y dijeron que por “la cantidad de cables en las cajas y zapatillas se producen muchos cortocircuitos”.

Reclamos y más reclamos

Una de las vecinas afectadas, Yanina González, indicó que los reclamos se han hecho reiteradamente. “Personalmente fui a la Cooperativa Eléctrica” y la explicación que recibió fue que “no llegan los postes de cemento para el posterior tendido de cables”. “No queremos más promesas”, concluyeron.

Un vecino recordó que se acercaron desde el Municipio: “Fue hace unos 50 días y nos prometieron que en 15 días íbamos a tener respuestas a nuestros reclamos, pero todavía estamos esperando. A la fecha no tenemos nada y tampoco queremos recibir más gente. Nos parece una pérdida de tiempo. Y por lo que podemos apreciar somos figuras para la foto de ellos, de la campaña, pero cero soluciones y seguimos con una calidad de vida muy mala”.

“Estamos pagando la casa”

Cada vecino paga la cuota de su vivienda y recordaron que “el servicio de energía eléctrico tenía que estar una vez entregada la vivienda, pero no fue así. Estuve varios días con velas, hasta que me enganché; además me intimaron a que ingrese a la vivienda, caso contrario se la daban a otra persona”, comentó Mónica.

Otra vecina, dijo que hizo la conexión por el piso, pero durante las lluvias se “inundó todo y no pasó una desgracia, porque Dios así no lo quiso”.

Problemas de salud

“Tengo un hijo que padece de diabetes. Es insulinodependiente y vivo aterrada, como miedo a que se me queme la heladera. ¿Cómo hago para mantener la insulina?” se preguntó otra vecina. Otra señora del barrio contó que tiene una nena con problemas a la que debe suministrarle oxígeno; cada vez que se corta la luz “debe salir corriendo al hospital”.

En tanto, los vecinos advirtieron que “en caso de no obtener respuestas saldremos y nos manifestaremos en la ruta”.